Durante una reunión con la plana mayor del Ejército en la península de Crimea, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, ordenó iniciar mañana viernes 23 de abril, el repliegue de las fuerzas desplegadas y el retorno a sus «lugares de emplazamiento permanente».
«Considero que los objetivos de los ensayos sorpresa se han logrado completamente. Las tropas demostraron la capacidad de garantizar una defensa segura del país«, dijo, en declaraciones recogidas por la agencia de noticias alemana Deutsche Welle.
En tanto, la agencia estatal rusa Tass, señaló que el ministro de Defensa encomendó al «Estado Mayor, los comandantes de las tropas de los distritos militares y las fuerzas aerotransportadas planificar y comenzar a devolver las tropas a sus puestos permanentes a partir del 23 de abril, realizar un análisis detallado y resumir los resultados de la inspección sorpresa de las tropas «.
En este contexto, Shoigú dio de plazo al Estado Mayor, a los jefes de distritos militares y a las Fuerzas Aerotransportadas hasta el 1 de mayo para la retirada de las tropas y el retorno a sus bases, algo que EE.UU. y la OTAN habían demandado a Rusia durante las últimas semanas. En particular, mencionó el 58 Ejército del distrito militar del sur, el 41 Ejército del distrito militar central y las 7, 76 y 98 divisiones aerotransportadas.
En su momento, el despliegue de dichas tropas cerca de la frontera con Ucrania disparó todas las alarmas en Kiev, que acusaron a Moscú de prepararse para una guerra en el Donbás. Durante la reciente conversación telefónica entre los presidentes ruso, Vladímir Putin, y estadounidense, Joe Biden, este último le pidió la retirada de las tropas de la zona. Además, Biden expresó a Kiev su respaldo ante la «agresión» rusa. Lo mismo hizo la OTAN.
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, se congratuló por el anuncio.
«La reducción de tropas en nuestra frontera conduce a una reducción proporcional de la tensión», escribió en Twitter, agregando que «Ucrania sigue vigilante, pero se felicita de cualquier medida que tienda a reducir la presencia militar«.
La medida surge luego de casi un mes de una tensa situación ante las sucesivas informaciones que daban cuenta de la masiva acumulación de fuerzas militares rusas en la frontera con Ucrania, y la difusión de bulos periodísticos desde Moscú que alertaban de un inminente ataque del ejército ucraniano sobre las zonas rebeldes de Donetsk y Luhansk (apoyadas por Rusia), pese a que observadores extranjeros señalaban lo contrario.
Rusia llegó a acumular 150 mil soldados e ingentes cantidades de tanques, vehículos blindados, artillería, helicópteros y aviones de combate, además de desarrollar ejercicios militares a gran escala cerca de la frontera, Crimea y el Mar Negro.
Ucrania, por su parte, movilizó masivas fuerzas en respuesta, y tuvo el apoyo diplomático de la OTAN y varios países europeos. Estados Unidos, además, anunció que estudia destinar más de US$ 300 millones anuales en ayuda militar, además de entrenamiento de las fuerzas militares ucranianas.
Ejercicios de la OTAN
El titular de Defensa ruso se refirió también a los ejercicios Defender Europe 2021, que la OTAN planea llevar a cabo entre mayo y junio. En ese contexto, según señaló el medio Russia Today, la autoridad ordenó a las Fuerzas Armadas del país estar listas para reaccionar «inmediatamente» en caso de un «desarrollo desfavorable» de la situación en la región donde se van a realizar.
Además, destacó que la alianza del Atlántico del Norte está aumentando su actividad militar cerca de las fronteras meridionales de Rusia, sosteniendo que «en esta región crece significativamente la actividad militar del bloque OTAN. Se intensifican las actividades de inteligencia, crece la intensidad y la magnitud de las actividades de capacitación operacional».