El partido entre Defensa y Justicia de Argentina con Coquimbo Unido estuvo a punto de tansformarse en un incidente diplomático y que zanjó el Presidente Piñera dejando sin piso a la Seremi de Salud Metropolitana que había declarado que el equipo trasandino no podía salir de Chile sin cumplir cuarentena debido a que debido a los tres positivos por coronavirus y los 53 contactos estrechos que habían en su delegación, cuestión que ignoraron los argentinos y generaron una serie de gestiones que incluyeron a a Casa Rosada y La Moneda y que significó que los argentinos se salieron con la suya y se fueron esta tarde del país.
Así las cosas se instala otro escandaloso mal ejemplo en que quedan sin efecto las medidas sanitarias que buscan evitar los crecientes contagios, pero eso no les importó a los argentinos que hoy informaron 13.346 contagios.
Pero la versión argentina es bastante distinta a la nacional, tal como lo relata La Nación y cuya crónica reproducimos:
Desde Santiago, un empleado que trabaja en la embajada argentina confiesa a LA NACION: «Fue una odisea». Es que, después de un conflicto diplomático, político y deportivo, la delegación de Defensa y Justicia abandona la capital de Chile y regresa a la Argentina, en el final de una tarde de viernes caótica. Lo hizo pese a la amenaza de la autoridad sanitaria de ese país de realizar una cuarentena estricta de dos semanas en el hotel de concentración, luego de que todo el contingente fuera considerado «contacto estrecho» de los tres futbolistas que el jueves dieron positivo de coronavirus: Francisco Pizzini, Washington Camacho y Rafael Delgado. Por ese motivo, había sido suspendido el encuentro frente a Coquimbo, por las semifinales de a Copa Sudamericana. Lo que empezó como un partido de fútbol terminó como una lucha de intereses en la que la pelota no tuvo nada que ver, relata la crónica de La Nación de Argentina.
Recordemos que al medio día la polémica estaba desatada tras lo dicho por la Seremi de Salud Metropolitana:
La lápida (aparentemente) final la puso la seremi de Salud Metropolitana, Paula Labra, quien aseguró que “no pueden volver a su país de origen, porque estamos considerando la situación en que se encuentra la RM. Tenemos más de 4 mil casos activos y van en aumento. Tenemos residencias sanitarias para que puedan cumplir con la cuarentena de la mejor manera”.
Acotó además que “yo no sé si este partido lo están programando para la próxima semana con otros jugadores, pero las personas que son contacto estrecho, deben cumplir una cuarentena estricta de 14 días. No pueden salir a jugar, a realizar ninguna actividad. Son 56 personas“.
Un par de horas antes de que la delegación se subiera al ómnibus desde el hotel y hacia el aeropuerto Arturo Merino Benítez, un móvil de carabineros apostado en el establecimiento, puso un manto de sospecha sobre el viaje de regreso. El equipo argentino debía salir, pero no podía hacerlo. Se vivieron horas de tensión, de confusión. Hernán Crespo, el entrenador del Halcón, cuando pasó lo peor, aseguró: «Nosotros sólo queríamos jugar al fútbol. Queríamos que sea una fiesta del fútbol. Y ahora, nos comportaremos como siempre hicimos», aseguró. Y fue más allá: «Nos dijeron que íbamos a jugar en Santiago y después que no se jugaba. Es algo que ya no tiene que ver con nosotros. Haremos lo que Conmebol diga que hay que hacer, pero me incomodó que cambiaran la sede. Ni Coquimbo, ni Defensa y Justicia tienen la culpa de todo esto».