Llego fin de año, con promesas de vacuna, 10% en camino, Piñera en caída libre, partidos e independientes haciendo cálculos y alianzas varias, probable agotamiento de stock en algún tipo de bienes.  Temporada de incendios y vacaciones con mascarilla.  Seguimos en estado de excepción. 

Preguntas básicas: ¿tendremos otro 10%? Que pasa si el Presidente sigue cayendo? ¿se da cuenta La Moneda?, ¿cuál será la oferta que al final le hagan al país los partidos?  (además de pedirles el voto).  ¿Se mantendrá la pega? La sociedad vive mayoritariamente tiempos de incertidumbre económica y sanitaria, las elites no logran empatizar con esta realidad. 

La política animada por la interna de los partidos: el FA reordenando su casa con más piezas desocupadas, en la UDI los coroneles van rumbo a Capredena, PS sigue buscando presidenciable, RN esperando a Desbordes.  El plantel estable de presidenciables (Lavín, Matthei) más los debutantes se alegran de pasar a dos dígitos pero ninguno la rompe.  Pero en sus apariciones solo abordan problemas de coyuntura soslayando visiones de país.  Conducir un país no es lo mismo que un municipio.

Se vislumbra un fin de año a medias, medio sosegado, medio encuarentenado, con vacaciones en el patio, pero en el horizonte asoma marzo con 10% consumido,  plagados de candidaturas diversas y con amenaza de segunda ola. ¿Se reiniciará el año escolar?  ¿La aprobación del gobierno superará el margen de error?  Que lejano se ve marzo del 2022.  Constitución como pato cojo y Gobierno como pato cuadraplégico. 

Sensación térmica: Agotamiento general

Chile (“la isla de AL” según el pdte.) atraviesa la peor crisis económico – social de su historia reciente, los consensos construidos en los años noventa están agotados, sus actores políticos también.  Resiste el andamiaje institucional y una sociedad civil inquieta que demanda cambios como lo expresó en el plebiscito.  Fin a la recesión y a la pandemia, nuevo pacto social.  Pero La Moneda, triunfalista, sigue diciendo que tenia todo planificado desde enero y los partidos le responden a la sociedad con el recrudecimiento de sus querellas internas o las aspiraciones de sus lideres.  

Son dos visiones que conviven en la misma sociedad, pero pareciera usaran dos idiomas diferentes.  Mal año, sistema agotado, gobierno aislado y cada día con menos adeptos y menos fuerza.  Confunde el respeto a la institucionalidad con apoyo a su gestión.  Abusa del estado de excepción.  Año maluco, el Colo colista, pero aun tenemos Patria: parece que se va Rueda. En marzo la Roja puede volver a ilusionarnos.

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