En una extendida degustación con enólogos nacionales el famoso crítico de vinos dio a conocer los mejores ejemplares y cepas del “nuevo Chile”, expresando que “los estilos de vinos han cambiado drásticamente”.
Con la finalidad de galardonar y dar a conocer cómo diversas viñas han logrado elaborar vinos que se caracterizan por su frescura y diversidad de estilos nunca vistos en Chile, el prestigioso “Master of Wine” británico Tim Atkin cató durante dos días y junto a 16 enólogos, diferentes vinos que se alejan bastante de lo que tradicionalmente la industria ha ofrecido.
Según él, atrás quedaron los “vinos pesados”, ricos en roble y dulces de antaño, para dar paso a una selección nacional con menor extracción y con un muchísimo mayor sentido de lugar, siendo una total revelación para el mercado que se sitúa como el séptimo productor de vino del mundo con más de 137 mil hectáreas de viñedo. Atkin, aseguró que esto se debe a que “los cambios en la última década han visto un enfoque cada vez mayor en el sitio, el terruño y las expresiones del suelo con los mejores vinos realmente enfocados en el terruño y la gente tiende a pensar que Chile tiene muy poca variación de cosecha, pero la variación de cosecha es muy importante con los fenómenos de las corrientes de El Niño y La Niña juega un papel muy importante”.
Uno de los destacados fue Kiñe 2019 de la Viña El Principal,Maipo Andes, DO Andes. 14% el cual proviene de la variedad Verdejo, oriunda de la región de Rueda en España. Este, es la primera experiencia chilena con la variedad y posiblemente de América. Según el experto “El terruño específico es similar al de Rueda en España, de donde son las cepas. Este , vino complejo, presenta una nariz algo cerrada con una calidad sabrosa que se ha beneficiado de una variedad de diferentes técnicas de vinificación y crianza: la fruta recogida temprano en la temporada maceración con sus pieles fermenta en barricas de roble francés de 500 litros para luego tener una crianza en barricas y recipientes de concreto. Hay muchas cosas que suceden en el paladar: riqueza de frutas, un poco de especias, textura agradable y agarre en el final”.
Si bien el valle de Maipo es una zona típicamente de tintos, Kiñe fue su único representante, la cual ahora puede distinguirse por este gran y particular blanco.