En los tiempos actuales que las autoridades aparezcan cargando güagüas, besando a viejecitas, saludando a tal o cual persona por su cumpleaños o llevando cajas de alimentos, simplemente no se ve bien, ya no produce ese efecto de «cercanía» con la gente, ya no resulta empático. Es más, resulta molesto y recuerda las viejas campañas cuando los políticos bajan del «Olimpo» a las barriadas a prometer y empaparse del Chile real. Cabe recordar que son justamente los políticos los peor evaluados en todas las encuestas.
Pero este lunes el alcalde de Santiago, Felipe Alessandrí y el ministro de Agricultura, tuvieron una actividad en la que entregaron sacos de harina: ambos cargaron y amasaron en una puesta en escena propia de las viejas campañas ochenteras.
«Con las manos en la masa para apoyar a nuestros vecinos y vecinas! Esta mañana, junto al ministro @antoniowalkerp y el seremi @MinagriRM recibimos una donación de los molineros de la zona central que servirá para preparar miles de panes en cocinas solidarias de la comuna», tuiteó el alcalde Alessandri, tuiter acompañado de su foto cargado un saco de harina y por supuesto amasando. ¿Será necesario hacer este show? Resulta más creíble que la autoridad entregue la donación sin hacer la perfomance que raya en el show y esa política añeja.
