El Presidente Sebastián Piñera anunció este sábado que vetará las indicaciones propuestas por la oposición a la Ley de Migraciones, las cuales establecen un margen para que extranjeros ilegales puedan regularizar su situación de permanencia en el país y tener la opción de entregar una visa de trabajo a todos que lleguen a las fronteras del país.
“Estamos muy conscientes del problema que significa la inmigración ilegal, porque Chile siempre ha sido un país abierto, acogedor con las personas que quieren venir a iniciar una segunda vida, a aportar al desarrollo a trabajar en forma honesta”, sostuvo el mandatario en una cadena regional realizada en Arica y Parinacota.
En la ocasión, el jefe de Estado culpó al Gobierno de Michelle Bachelet por el “desorden” en materia de inmigración.
En ese sentido, expresó que “hemos tenido inmigración europea, principalmente españoles, alemanes, del medio oriente, especialmente palestina, de América Latina y de muchas otras latitudes, pero se produjo un gran desorden en materia de inmigración durante el Gobierno anterior”.
E insistió en que “tenemos hoy en nuestro país un millón y medio de migrantes, de los cuales más de un millón ingresó en los últimos años y se produjo un desorden, porque hubo mucha inmigración ilegal o engañada, como por ejemplo, los cientos de miles de haitianos que venían a Chile sin contrato de trabajo”.
Por tal motivo, Piñera señaló que su Gobierno presentó un proyecto de ley para normalizar y modernizar la legislación migratoria y “lo presentamos durante el primer gobierno y desgraciadamente no ha avanzado todavía y yo quiero decir muy claro que la política nuestra es que Chile necesita ordenar su casa”.
“Por esa razón, la ley de migración que nosotros presentamos y que está en el Congreso necesita una pronta y urgente aprobación. Lo que me preocupa es que en la comisión del Senado se aprobaron dos indicaciones por parte de senadores de la oposición, que yo creo que son malas propuestas”, explicó.
El Presidente sostuvo que la primera de las indicaciones establece que cualquier persona que llegue a la frontera del país puede pedir una visa para buscar trabajo y la segunda que cualquiera que ingrese en forma ilegal, hasta 90 días después de aprobada la ley, “se le promete una visa y que se le va a regularizar su situación migratoria”.
Piñera dijo que tales propuestas planteadas por la oposición “es una verdadera invitación, un estímulo a la inmigración ilegal. Por eso, esas dos indicaciones espero que no prosperen”.
Además, advirtió que “si fueran aprobadas, yo como Presidente de Chile las voy a vetar, porque creo que producen un profundo daño a los chilenos y a los migrantes que están en Chile e ingresaron de forma legal y respetan nuestras leyes”.