Haciendo una constante alusión al diálogo, respeto y el rechazo al conflicto, el ministro de Justicia, Hernán Larraín, abordó hace pocos instantes el acuerdo alcanzado con el machi Celestino Córdova para que este depusiera su huelga de 107 días.
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“Acabo de terminar una conversación con el machi Celestino Córdova, quien me ha manifestado que ha aprobado la propuesta que ha hecho el Gobierno para resolver esta situación y así deponer la huelga de hambre”, detalló el ministro en un punto de prensa desarrollado en el Ministerio de Justicia.
Larraín aseguró que el camino del dialogo era el correcto, valorando la decisión del machi. «Esta propuesta procura mejorar la permanencia de personas privadas de libertad pertenecientes al pueblo mapuche«.
En ese mismo sentido declaró que valoraba dicha decisión, «en particular porque nos preocupa siempre la salud de las personas que toman este camino. Las huelgas de hambre causan deterioro en la salud de las personas y para el Estado que tiene la custodia de estas personas es un primer deber el preocuparse de que estas personas tengan la salud y cuiden su vida como corresponde”.
En ese contexto, el ministro también aseguró que el machi podrá asistir a su rewe por un máximo de 30 horas. “Para alcanzar la paz el único camino posible es el diálogo. No creemos en la violencia“, afirmó.
Asimismo, destacó que «para nosotros es un motivo de satisfacción que se haya puesto término a esta huelga de hambre. Quizás tan importante como eso es que esto nos ha permitido abrir un proceso de diálogo, que es el que ha logrado alcanzar esta solución, esta propuesta que hemos hecho y que demuestra que quizás en las situaciones más complejas y difíciles, siempre el diálogo es el mejor camino”.
Larraín no dejó de resaltar que “en una zona como la de La Araucanía, donde hay tanta complejidad, tantos conflictos que se arrastran históricamente, dar una señal en un ámbito circunscripto como en el tema penitenciario, de que es posible, a pesar de las diferencias y de las discrepancias, encontrar acuerdo, es una formula muy razonable de solucionar los problemas que ahí se viven”.
Por ello, señaló que “para alcanzar la paz, el único camino posible es el del diálogo y nosotros no creemos en la violencia. Creemos que construir un Estado de Derecho democrático supone superar las diferencias por el camino del diálogo”, precisando que “ha sido muy importante este proceso de escucha, de respeto, de buena disposición, para así avanzar y construir una propuesta que ha sido elaborada en un proceso en donde hemos podido escuchar a mucha gente que nos ha permitido dar una solución que finalmente resolvió este conflicto”.
El titular de Justicia enfatizó que, «para alcanzar la paz, el único camino posible es el diálogo. Nosotros no creemos en la violencia, creemos que construir un Estado de Derecho democrático supone superar las diferencias mediante el diálogo, construyendo puentes que permitan superar los problemas (…) Ha sido muy importante este proceso de escucha, de respeto, para así avanzar y construir una propuesta donde hemos podido escuchar a mucha gente, lo que nos ha permitido generar esta solución (…) Así se construyen los países: a veces por el camino largo del diálogo, pero que es el único que da frutos«.
Cambios profundos
El ministro Larraín explicó que han abierto “el camino del diálogo para lograr, a través de este proceso intercultural, modificar la normativa penitenciaria y así al día de mañana poder dar el más estricto cumplimiento al convenio 169 que establece reglas y condiciones en las cuales en cada Estado se deben respetar a los pueblos originarios”.
“Aquí estamos avanzando y cambiando las reglas del juego. Esto es un cambio sistémico que en el ámbito penitenciario se va a notar, que esperamos que esto siga en otros ámbitos, como el de la administración de justicia y en todo aquellos que nos concierne, pero en general, que los pueblos originarios en Chile sepan que el Estado de Derecho reconoce y respeta su condición y cumple con los compromisos internacionales”, adujo.
Larraín indicó que, sin perjuicio del acuerdo firmado con Celestino Córdova, siguen adelante las conversaciones con los otros presos mapuche que están en huelga de hambre en Angol y Lebu: «Esperamos muy luego poder alcanzar también una solución que les parezca satisfactoria».
En este punto, admitió que parte del problema en la macrozona sur «tiene que ver con demasiados años acumulados de desconfianza y de desconocer la especificidad cultural del pueblo mapuche por parte de nuestras instituciones».
«Es cierto que el machi quiso que le autorizaran cumplir su pena en el rehue, pero, como hemos señalado, eso está fuera de nuestra competencia y los tribunales dijeron que no era posible» subrayó la autoridad.
Fue así que la solución alcanzada, de acuerdo al ministro, no pasa a llevar sentencias judiciales y, desde ese punto de vista, tampoco supone estar avalando una desigualdad ante la ley.