El vicepresidente indígena del PPD, Domingo Namuncura, manifestó su oposición y molestia a la propuesta del Gobierno y de Chile Vamos de pretender segregar y reducir la representación indígena en la convención constitucional.
Namuncura explicó que las indicaciones presentadas por la derecha ante el Senado “para segregar a los electores indígenas en un padrón aparte para la elección de constituyentes indígenas mediante escaños reservados y reducir su representación a un mínimo por debajo de su densidad poblacional en Chile (12,8%) según el censo nacional del 2017”.
En ese sentido, precisó que tanto “el PPD y la Vicepresidencia indígena rechazan este enfoque minimalista y discriminatorio de entrada”.
Y menciona que “actualmente los electores indígenas están inscritos en el padrón nacional común y constituyen 1,500,000 votantes entre 18 y 85 años y han sufragado en todo tipo de eventos electorales. Al proponerse un “padrón segregado” se están poniendo límites inaceptables que afectan los derechos de los electores indígenas ya incorporados en el padrón nacional y se les segrega respecto del resto de la población chilena”.
En otro punto, Namuncura expresa que la cuota de escaños reservados en la convención constitucional, mixta o ciudadana, “ha de corresponder a la representación paritaria de todos los pueblos indígenas y tribales reconocidos; a cada territorio y conforme a la identidad cultural. Esto implica considerar pares de constituyentes indígenas por cada pueblo, integrados por un hombre y una mujer en condiciones iguales. La propuesta minimalista de Chile Vamos y el gobierno, apunta a reducir esa representación”.
En ese sentido, señaló que “lo que se propone por parte del movimiento democrático y social es: padrón universal como hasta ahora; voto indígena por autoidentificación al momento de sufragar; cédula de candidatos indígenas por Pueblo y elección de constituyentes, con paridad de género, en un distrito nacional con sistema electoral corregido para que todas las regiones y los pueblos estén representados. Se trata de una fórmula que implica menos gastos para el Estado si tuviese que aplicarse un padrón distinto y la posibilidad efectiva de que a ningún indígena se le niegue su derecho a votar si no alcanzó a inscribirse en un padrón electoral segregacionista”.