Uno de los jefes del Comité de senadores PPD, Guido Girardi, califico de “muy delicada” la situación que se vive en La Araucanía, responsabilizando al ministro del Interior, Víctor Pérez, de “echar más bencina al fuego”, con sus declaraciones respecto a la no existencia en el país de presos políticos mapuche.
Afirmó que aún es más grave aún “es haber dicho que habría una capacidad operativa militar de parte de las comunidades, porque eso es justificar la militarización de la Araucanía y reprimir un conflicto cuya única solución es a través del diálogo”.
Sesión especial
El parlamentario dijo que “la situación de la Araucanía es extremadamente delicada y grave, porque tal vez uno de los principales problemas que tiene la sociedad chilena -además de la pandemia, los efectos del Cambio Climático y la desigualdad- es como abordar la situación de los pueblos originarios y en particular del pueblo mapuche”.
Afirmó que “lo ocurrido el fin de semana tiene una trascendencia mayor, porque se repiten y perpetúan políticas claramente racistas, discriminatorias y que incitan al odio y la violencia. Es inaceptable que un grupo de civiles hayan atacado verbal y físicamente a los comuneros que se habían tomado un municipio”.
Girardi dijo que “nos preocupa la nula acción del Gobierno para crear voluntad de diálogo y generar un equilibrio en esa materia. Hemos solicitado que se investigue porque se detuvo sólo a los mapuches en toma y a ninguno de los agresores. Y como bancada del PPD pedimos una sesión especial, la próxima semana, donde estén el ministro y el subsecretario del Interior y los jefes de las policías”.
Ya que según el parlamentario “hay que hacer un análisis profundo de lo que ocurre y, al mismo tiempo, respaldamos la comisión investigadora que está solicitando la Cámara de Diputados. Porque no nos parece adecuado que en la primera visita a la zona el ministro Pérez Valera no se reunió con las comunidades, ni tuvo un diálogo profundo con los alcaldes, sólo estuvo con quienes representan una parte del conflicto”.
Capacidad operativa militar
Para el senador “más bencina al fuego fueron sus declaraciones de que en Chile no existen presos políticos en los momentos que llevan cerca de 90 días en huelga de hambre por infringir la ley por motivos políticos. Y más grave aún es decir que habría una capacidad operativa militar de parte de las comunidades, porque eso es justificar la militarización de la Araucanía para reprimir un conflicto cuya única solución es a través del diálogo”.
Girardi afirmó que “de ninguna manera la sociedad chilena va a aceptar una lógica de guerra para enfrentar la situación de aquella zona. Por eso rechazo terminantemente esas acusaciones y llamo al Gobierno a establecer el diálogo con todas las comunidades. La lógica de la violencia y la militarización ha fracaso durante décadas y siglos y nunca va a ser exitosa”.
Aseguró que “esto no es un hecho aislado hace unos días se discutió un proyecto de ley que se supone sancionar el robo de madera, pero que en realidad busca dar armas para una lucha antiterrorista: agentes encubiertos, testigos protegidos, intervención telefónica, etc. para afrontar la problemática mapuche. Lo único que hace este tipo de acciones es agudizar el conflicto”.
Y afirmó que “condenamos la violencia que quema camiones y maquinaria, pero también condenamos las agresiones físicas y verbales de una violencia política que es racista, discriminatoria y quiere estigmatizar a los mapuches como terroristas”.
Por lo que llamó a “restablecer el diálogo y la lógica que en Chile pueden vivir mapuches, chilenos, aimaras y todos. Esta situación es consecuencia que aún seamos uno de los pocos países que aún no reconoce a los pueblos originarios, hay una sistemática discriminación y se mantiene una política racista especialmente con el pueblo mapuche”.
Aseguró que “este conflicto se podría haber evitado si es que se hubiesen tomado medidas para preservar sus culturas y tradiciones y establecer políticas de devolución de tierras, si tuvieran representación en el parlamento, reconocimiento constitucional y nada de eso es posible con una lógica de la guerra que está condenada al fracaso”.