«Chile culminó las operaciones de desminado humanitario, despejando todos los campos minados del territorio nacional», ha anunciado la Cancillería, precisando que el trabajo sobre el terreno acabó el 27 de febrero.
El Ministerio que dirige Teodoro Ribera ha especificado que «en total se trató de 200 áreas en las que fueron destruidas 179.815 minas y liberados más de 27 millones de metros cuadrados«.
«De esta manera, nuestro país cumplió con el compromiso adquirido en 1997 al suscribir la Convención de Ottawa sobre la Prohibición del Empleo, Almacenamiento, Producción y Transferencia de Minas Antipersona y sobre su Destrucción», ha destacado.
Ribera ha resaltado igualmente que la nación suramericana «incluso ha liderado esfuerzos internacionales y cooperado con otros países en la instrucción y la transferencia de conocimientos y experiencias en este tipo de operaciones».
«Gracias a ello, nuestro país ha alcanzado un merecido reconocimiento internacional por el trabajo realizado, lo que ha permitido marcar un liderazgo regional, gestionando el envío de instructores en apoyo de procesos de desminado que realizan otros países de América Latina», ha indicado el ministro de Exteriores chileno.
Ribera ha aprovechado para ratificar que «Chile es un país con vocación de paz», lo que le llevó a asumir el compromiso del desminado humanitario. «Hoy debemos sentirnos orgullosos, ya que Chile cumple con lo que acuerda y hoy nuestro país es más seguro», ha celebrado.
