Algarrobo, Tunquén, Las Cruces, Viña del Mar, Coquimbo, Tongoy, por nombrar algunas de las zonas del borde costero donde el boom inmobiliario crece y crece con complejos de torres de departamentos a pocos metros del mar, otros proyectos, como el de Tunquén, proyecta construir 200 casas en un área arqeuológica protegida cercana a un humedal y también a metros del mar.
PuntaGallo desafía a vecinos
En Tunquén (Dependiente de la Municipalidad de Algarrobo), la inmobiliaria Punta Gallo que representa el empresario Domingo Undurraga Julio, que enfrenta el rechazo de los vecinos, de organizaciones medioambientales y del senador Francisco Chahuán (RN) se ha empecinado en levantar un proyecto que pone en riesgo un humedal y sitios arqueológicos, ha sido multada y enfrenta recursos de protección impulsados por el senador por la Quinta Región Costa. Llama la atención la falta de fiscalización de parte del municipio. Hace una semanas la inmobiliaria comenzó obras de movimiento de tierra las que fueron suspendidas tras denuncias ciudadanas y por un recurso de protección que interpuso el senador Chahuán. Fiscalizan obras de Inmobiliaria Punta Gallo
Vecinos de Tunquén recurrirán a Corte de Apelaciones en contra de proyecto inmobiliario
Superintendencia de Medioambiente abre investigación contra inmobiliaria por proyecto en borde costero de Tunquén
Situación similar se da en un par de kilómetros al sur, en Mirasol Algarrobo norte, que también depende del municipio de Algarrobo, varios proyectos inmobiliarios ponen en riesgo no sólo la frágil diversidad medioambiental, sino que además la precaria infraestructura vial que colapsó hace varios años, desde que se construyeron complejos de edificios como San Alfonso del Mar y Altos de Mirasol.
Para esta temporada veraniega que está por comenzar, se estrenará un nuevo complejo de departamentos a pocos metros de la peligrosa playa grande de Algarrobo Norte. A pesar de los múltiples reclamos de vecinos y organizaciones de la zona, el municipio hizo oídos sordos y autorizó la construcción de las torres.
Arenamaris en área de inundación
El nuevo complejo “Arenamaris” vende departamentos desde UF 5,299 y la promoción asegura que “Un lugar inspirador, a solo 95 km de Santiago, con un paisaje único donde podrás disfrutar de caminatas a orilla del mar al amanecer y atardecer. Ven a conocer este proyecto soñado en primera línea frente al mar, con vista asegurada y todo lo que imaginaste. Te invitamos a ser parte de la gran experiencia ArenaMaris”.
La seductora promoción señala que “Arenamaris es un proyecto con concepto de resort creado para entregar una experiencia única e inolvidable. Un lugar privado, entretenido y exclusivo; rodeado de palmeras, amplios espacios de descanso y recreación, lugares diseñados para todas las edades. Disfrute de una impresionante vista panorámica a la Bahía de Algarrobo. Sumérgete en un entorno con numerosas zonas de esparcimiento, que harán de cada día un panorama distinto, desarrollando todo tipo de actividades deportivas, sociales, recreativas, de descanso y relajación”.
Lo que no dice la inmobiliaria a cargo del proyecto es que sólo existe una vía de acceso al lugar por la carretera o camino costero que une todo el litoral central, que en fines de semana largo y verano, el taco para llegar al centro de Algarrobo (4 kilómetros) puede hacer durar la travesía más de una hora y que está a metros de fuertes rompientes que ya en más de una oportunidad han arrasado con kioscos e instalaciones menores, en una hermosa playa no apta para el baño y de alto riesgo para la gente ya que el oleaje es fuerte y cruzado.
De hecho la carta de inundación del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (SHOA) tiene claramente definida la zona inundable ante un tsunami y ArenaMaris queda en dicha área. Entonces la pregunta, es cómo la Municipalidad de Algarrobo otorgó los permisos de construcción no sólo en este proyecto sino que en otros como Bahía de Rosas y el mismísimo San Alfonso. Para estas preguntas el municipio sólo señala que las empresas cumplieron con la normativa vigente. Carta inundación Algarrobo-Mirasol-Tunquén
Más allá de estos malos ejemplos urbanísticos que desafían la naturaleza y las normas vigentes, queda en evidencia la falta de fiscalización de las autoridades que simplemente quedan rendidas a los pies de inmobiliarias que siguen cementando el borde costero sin medidas de mitigación, sin obras que beneficien a las comunidades que habitan estas zonas semirurales.
Si el borde costero tuviera una emergencia o una evacuación masiva, simplemente la gente quedaría atrapada en una estrecha carretera de una sola vía y con pocas vías de escape a zonas seguras y poco señalizadas.