El desempleo que debería ser una preocupación de la mal llamada clase política instalada en el Congreso Nacional, se debate en rencillas por nuevas interpelaciones, acusaciones constitucionales, sin considerar los diarios “shows” que dan diputados y senadores cuyo única preocupación es defender a ultranza sus cuotas de poder, relegando al sótano de las prioridades las demandas sociales que reventaron el 18 de octubre. Muchos creen que –al igual que el Presidente- lo “peor de la crisis ya pasó”, lo que no se refleja en las cifras oficiales.

El fantasma del desempleo tras casi tres meses de protestas, se está materializando con fuerza y el propio subsecretario del Trabajo, Fernando Arab, reconoce la magnitud del desastre: “Sólo en el mes de diciembre hubo más de 90 mil» desvinculaciones por «necesidades de la empresa».

Arab, detalló que «el aumento total de desvinculaciones durante estos últimos meses, incluidas todas las causales, es en promedio 25 a 30 mil despidos más por mes y la causal que más ha aumentado es la de necesidades de la empresa, que sube en promedio en ese mismo número mensual».

Según Arab, «sólo en el mes de diciembre hubo más de 90 mil despidos por necesidades de la empresa, más del doble que en igual periodo que el año anterior».

Estas declaraciones se dan luego del reporte del Instituto no septiembre-noviembre la cesantía llegó a 6,9%, es decir 0,1 puntos porcentuales respecto a igual período del año anterior.

Estraoficialmente, la preocupación se apodera de las autoridades de Palacio, ya que aún el peak del desempleo y que se verá reflejado en las cifras de marzo. Fuentes de Hacienda y trabajo coinciden que al inicio del año laboral, los desempleados superen incluso los 300 mil, lo que significara un factor de presión que agudizará la precaria tregua que se ha visto después de la Navidad.

Este alto desempleo se ve reflejado en el aumento explosivo del comercio callejero, dominado principalmente por extranjeros y en menos grado por chilenos.