En una conferencia de prensa celebrada este viernes, la canciller Karen Longaric anunció la ruptura de relaciones de Bolivia con el Ejecutivo de Nicolás Maduro, al denunciar que venezolanos vinculados con la embajada de ese país en La Paz estaba “atentando contra la seguridad interna” en Bolivia.

La ministra de Relaciones exteriores anunció además que todo el personal diplomático venezolano será expulsado, debido a la “violación de normas diplomáticas”, por supuestamente inmiscuirse en asuntos internos.

“Se les dará un plazo para que abandone el país, por haberse involucrado en asuntos internos del Estado, a todo el personal diplomático de la embajada de Venezuela en Bolivia que representa al gobierno del señor (Nicolás) Maduro”, dijo Longaric.

El empeoramiento de las relaciones bilaterales durante esta semana se había producido en medio de acusaciones por la participación de supuestos agentes venezolanos en numerosos incidentes y atentados contra infraestructura crítica, lo que tuvo su corolario ayer, cuando el gobierno de Jeanine Áñez reconoció al líder opositor Juan Guaidó como presidente de Venezuela, en un giro opuesto a la política del izquierdista Evo Morales, aliado de Maduro.

Por otra parte, la ministra anunció que Bolivia tomo la decisión de abandonar la Alianza Bolivariana (Alba) y que analiza también su salida de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), dos bloques políticos impulsados con ímpetu por el ex presidente Morales.

“El gobierno de Bolivia se ha desvinculado del tratado del Alba, ya no somos parte del tratado del Alba. También estamos analizando la desvinculación de Bolivia de Unasur”, afirmó.

Cabe recordar que Bolivia tuvo un relevante rol para apuntalar la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, ideada por el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez. Al llegar al poder en 2006, Morales se sumó inmediatamente al bloque. Ambos líderes izquierdistas también impulsaron la Unasur, hoy muy debilitada ante la salida de varios países de la región.

Más temprano, Jeanine Áñez había anunciado que reconducirá las relaciones con los regímenes Venezuela y Cuba, después de que el jueves se conociera que 725 ciudadanos cubanos, que se desempeñaban en áreas relacionadas a la salud y la comunicación, tendrían que salir del país andino.

Longaric confirmó este viernes que tuvo una conversación con su homólogo de Cuba, Bruno Rodríguez, quien le señaló que retirarán del país a 725 cubanos, ante las acusaciones de que sus ciudadanos estarían vinculados con las protestas y le pidió pruebas.

“En respuesta a ese reclamo recibí una llamada del canciller cubano, en la que me dijo que para no exasperar más la situación y no dañar la relación” habían decidido “retirar del país a 725 cubanos que trabajan en diferentes áreas de la cooperación”.