Greenpeace apuntó este miércoles, en el marco del Día Nacional del Medioambiente, a que el plan de descarbonización del Gobierno y la existencia por otras dos décadas de las zonas de sacrificio se están encargado de “ennegrecer” el supuesto liderazgo climático que ha pretendido instalar el Presidente Sebastián Piñera y La Moneda durante las últimas semanas.
“Habría que preguntarle a los miles de chilenos que son envenenados todos los días en las zonas de sacrificio si es que se les habría ocurrido premiar al presidente Piñera con un galardón medioambiental”, dijo el director nacional de la ONG ambientalista, Matías Asun.
En ese sentido, mencionó que “el Presidente tiene una complicación enorme con el carbón que está afectando de manera seria su supuesta ambición climática a las puertas de la próxima COP25 a desarrollarse en Chile. No sabemos qué explicación convincente va a dar cuando los visitantes, la prensa internacional y probablemente Greta Thunberg vayan a ver lo que está pasando en Quintero-Puchuncaví y se den cuenta que Chile, al momento de inaugurar la COP, estará con una quema récord de carbón en su historia. Puede ser un bochorno mayor”.
En este contexto, desde la ONG comentaron las palabras del presidente respecto de la situación en Quintero-Puchuncaví, donde el mandatario ha señalado como pasos para solucionar la crisis un plan de descontaminación, el fortalecimiento de la red de salud y un monitoreo en manos del Estado.
Sin embargo, Asun pone los puntos en las íes al señalar tajante que “lo que el Presidente omite señalar es que el plan de descontaminación solo considera dos de los múltiples contaminantes en la zona, pero que no hay metas para otros como mercurio, arsénico, cadmio o dióxido de carbono, que es el gran generador de la crisis climática que enfrenta el país. Y respecto del monitoreo la propia página web del Sistema de información de Calidad del Aire del Ministerio de Medio ambiente señala que las estaciones de monitoreo pertenecen a las mismas compañías que contaminan la zona”.
Y agrega que “lo más insólito es lo que sucede con la red de salud, donde no hay especialistas. De hecho, no existe la presencia de algún especialista broncopulmonar y la remodelación del hospital de Quintero no contempló una red de oxígeno en sus obras”.
Finalmente, el director nacional de Greenpeace sostiene que jefe de Estado aún tiene una oportunidad para enmendar el rumbo y acelerar el fin de las termoeléctricas ya que “Piñera ha dicho que se ha maltratado a la gente de Quintero-Puchuncaví por 50 años. Sería impresentable que él lo siga haciendo por otros 20 años”.