El proceso de perder la audición con el paso de los años se llama presbiacusia, y muchas veces provoca que las personas mayores se aíslen y pierdan otras capacidades. A diferencia de los ojos, los oídos empiezan a acusar “la vejez” después de los 60 asegura la fonoaudióloga Gloria Sanguinetti, Analista de Audiología y Calidad de los centros auditivos GAES. “Progresivamente se pierde la capacidad de oír altas frecuencias, empezando por las frecuencias del habla. La condición se conoce como hipoacusia relacionada con la edad y no es una condición reversible”.
En Chile un tercio de la población mayor de 65 años posee algún tipo de sordera, cifra que aumenta al 80%, en mayores de 80 años. “La hipoacusia ocurre cuando estas diminutas células se dañan o mueren. Como no crecen de nuevo, la mayor parte de la pérdida auditiva causada por el daño a estas células es permanente”, explica en su sitio web la revista Medlineplus, de la Biblioteca nacional de Medicina de los EE.UU.
Para la fonoaudióloga de GAES se debe estar alerta a los primeros síntomas y realizarse chequeos auditivos en forma periódica si existe inquietud y dudas acerca de la calidad auditiva. “A los 40 años ya tenemos personas con hipoacusia. Al principio solo afecta a las frecuencias agudas y luego la pérdida se hace más intensa con un daño que se hace permanente e irreversible, se pierden las frecuencias medias y bajas llegando a una sordera severa”. La contaminación acústica y la exposición prolongada a ruidos es parte de las causas de este problema afirma Gloria Sanguinetti.
Las 5 señales de alerta:
1) Si te resulta difícil escuchar o mantener una conversación en ambientes ruidosos.
2) Si es complejo oír determinadas sílabas y sonidos. Por ejemplo, las consonantes como la “f” la “s” y la “t” que quedan fácilmente ahogadas por vocales como la “a”, la “o” o la “u”. Entonces puedes quejarte que oyes pero que no entiendes lo que te dicen.
3) Si tienes que subir el volumen de la televisión, radio, teléfono, dispositivos electrónicos y pedir que los demás te repitan frases.
4) Si tienes que mirar a la gente a la cara para entender lo que dicen.
5) Si desaparecen algunos sonidos cotidianos como el piar de los pájaros, los pasos o el tictac del reloj.
La experta de GAES señaló que un reciente estudio del Instituto Milenio de Neurociencia Biomédica (BNI), de la Universidad de Chile muestra que los adultos mayores con daño o pérdida de la audición, tienen más riesgo de tener atrofia en regiones cerebrales que van más allá de la audición. “En el día de la discapacidad auditiva, hacemos un llamado a la prevención desde edades tempranas. Cuando la pérdida es condicionada por factores externos como la exposición a ruidos, se pueden hacer cambios en los hábitos diarios como por ejemplo al escuchar música. Controlar el volumen, el tiempo de exposición a sonidos fuertes, usar los auriculares adecuados y acudir a chequeos periódicos es una buena fórmula para mantener a raya la hipoacusia” aseguró Gloria Sanguinetti.