RÍO DE JANEIRO (AP) — El Presidente brasileño Jair Bolsonaro criticó el miércoles a la jefa de derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet, de Chile, y elogió el golpe militar de 1973 en ese país.
Bachelet “olvida que su país no es Cuba gracias al valor de quienes detuvieron a la izquierda en 1973”, escribió Bolsonaro en su página de Facebook, y agregó que entre los comunistas derrotados entonces estuvo el padre de la exmandataria chilena.
El padre de Bachelet, un oficial de la Fuerza Aérea que se opuso al general Augusto Pinochet durante el golpe, estuvo en prisión, fue torturado y murió en cautiverio en 1974.
Bolsonaro emitió sus declaraciones en momentos en que la funcionaria de la ONU expresó preocupación por el aumento en la tasa de homicidios en Brasil a manos de la policía, así como las supuestas restricciones a las libertades civiles en la nación sudamericana.
En declaraciones vertidas en inglés en Ginebra, Bachelet condenó el incremento de las ejecuciones a manos de la policía “en medio de un discurso público que legitima las ejecuciones sumarias” y la “ausencia de rendición de cuentas”.
Sin mencionar al presidente brasileño por su nombre, Bachelet criticó la pretensión de Bolsonaro de festejar el golpe militar de 1964 en Brasil, así como la negación de crímenes de Estado pasados. Tal actitud resultó en que los agentes estatales “se sientan por encima de la ley y maten sin rendir cuentas”, afirmó.
Bolsonaro dijo que Brasil es un país democrático y que los comentarios de Bachelet representan una interferencia en los asuntos de Brasil.
Bolsonaro comparó la intromisión de Bachelet en la “soberanía brasileña” con la que el presidente francés Emmanuel Macron hizo en fecha reciente cuando criticó la forma como Brasil ha manejado los incendios en la región amazónica y el enfoque del país hacia el cambio climático y el medio ambiente.
Bolsonaro, quien fue capitán del ejército, ha elogiado con frecuencia el régimen militar que gobernó Brasil de 1964 a 1985.
En 2014, la comisión de la verdad de Brasil determinó que por lo menos 434 personas fueron asesinadas o desaparecidas por el Estado durante la dictadura. Se calcula que entre 30.000 y 50.000 personas fueron arrestadas ilegalmente y torturadas.
En 2016, durante la votación para destituir a la presidenta Dilma Rousseff, quien fue víctima de tortura por parte del régimen militar, Bolsonaro dedicó su voto a un coronel a cargo de la unidad de tortura. “En memoria del coronel Carlos Alberto Brilhante Ustra, el terror de Dilma Rousseff, yo voto sí”, declaró Bolsonaro.
En Chile, diversos políticos manifestaron su apoyo a Bachelet, que fue elegida Presidenta en dos ocasiones. La senadora Isabel Allende, hija del presidente Salvador Allende, derrocado en el golpe de 1973, dijo que el mandatario francés tenía razón cuando dijo que “el pueblo de Brasil no merece al presidente que tiene”.