La Iglesia Chilena -diocesana, órdenes y congresaciones- pasa por su peor momento debido a los cientos de abominables casos de abusos sexuales perpetradados por decenas de curas y depredadores sexuales que escudados en ropajes religiosos como el cura Poblete o Cox, pareciera no afectar a su sólida economía, de hecho es la iglesia la mayor inmobiliaria de Santiago por ejemplo, y que mejor prueba es que los ingresos durante 2018 llegaron a los $11.648 millones, casi $600 millones más que en 2017 cuando obtuvieron $11.074, según información de la propia iglesia.
De estos 11 mil millones, el 42% lelga vía de los llamados «proyectos pastorales» que incluyen donaciones privadas (los que aún creen que se puede comprar el cielo como en la Edad Media), el 31% proviene de arriendos y un 27% de los incautos que aportan el 1%, compromiso que adquieren los fieles que entregan ese porcentaje de sus ingresos a la Iglesia. Como dato, en la igleisa evangélica recaudan el 10% o «diezmo».