El trabajo remoto ha incrementado de forma sostenida los problemas de cuello y espalda. Especialistas advierten que malas posturas, largas jornadas frente a la pantalla y sedentarismo están detrás del aumento del dolor musculoesquelético en trabajadores chilenos.
El teletrabajo llegó para quedarse, pero junto con sus beneficios también ha traído un aumento preocupante de problemas musculoesqueléticos. Estudios internacionales estiman que entre un 20% y 30% de las personas ha incrementado su dolor lumbar y cervical desde que comenzó a trabajar desde casa, y hasta seis de cada diez reportan empeoramiento de molestias en cuello, espalda y hombros.
“El aumento del dolor no se explica solo por la silla”, señala el Dr. Osmar Del Toro, director ejecutivo y médico internista de Clínica Revitamed. “Se combina la mala postura, las largas horas sentado, el exceso de pantallas y el estrés. La cabeza adelantada, los hombros tensos y la columna encorvada durante horas generan un impacto real en la salud física y mental”, explica.
Datos publicados en ResearchGate en población teletrabajadora muestran que un 70,5% presenta molestias musculoesqueléticas, un 42,9% dolor de cuello o espalda alta y un 36,3% dolor lumbar. Investigaciones nacionales coinciden con esta tendencia. Un estudio de la Universidad Tecnológica Metropolitana realizado durante la pandemia evidenció altos niveles de dolor lumbar en teletrabajadores, a lo que se suman síntomas de estrés laboral, fatiga muscular y cefaleas documentados en investigaciones realizadas en Chile durante 2021.
Para prevenir estos problemas, el especialista recomienda cuidar la ergonomía del puesto de trabajo: pantalla a la altura de los ojos, apoyo lumbar en la silla, pies bien apoyados en el suelo y evitar trabajar desde la cama o el sofá. A esto se suman las llamadas pausas activas. “Levantarse cada 45 a 60 minutos, caminar y movilizar cuello, hombros y espalda es clave para reducir el riesgo de dolor”, señala.
En cuanto al tratamiento, este debe ser integral, incorporando ajustes ergonómicos, ejercicio, kinesiología y manejo del estrés. “Los analgésicos solo alivian de forma temporal si no se corrige el entorno de trabajo ni los hábitos”, concluye el Dr. Del Toro.
