José A. Kast en una reunión el 4 de diciembre 25. (Foto: OPE)

Ell siguiente es el artículo que publica la revista Science***: «El nuevo presidente de Chile podría sacudir la comunidad científica del país. El político de derecha José Antonio Kast ha prometido recortar el gasto público», el que por su enfoque reproducimos íntegramente.

***Chile’s new president could shake up nation’s science community. Right-wing politician José Antonio Kast has promised to slash government spending

La comunidad científica chilena podría enfrentar una importante reestructuración bajo el mandato del recién elegido presidente derechista, según investigadores y veteranos políticos. El abogado José Antonio Kast ha prometido recortar drásticamente el gasto público e insinuó que podría reducir o eliminar el Ministerio de Ciencia.

Kast derrotó a su oponente de izquierda, Jeannette Jara, por un margen del 58% frente al 42% en las elecciones del 14 de diciembre. Su campaña se basó en promesas de combatir la delincuencia y la inmigración, así como de racionalizar el gobierno, y algunos científicos chilenos temen que replique las controvertidas políticas científicas de Javier Milei , el presidente libertario de la vecina Argentina.

“Kast se ha centrado principalmente en la seguridad como el principal problema del país”, afirma Claudio Acuña Castillo, bioquímico de la Universidad de Santiago. “Lamentablemente, ya hemos visto que, en gobiernos similares, la educación y la ciencia empiezan a desmantelarse para cumplir sus promesas”.

Kast ha prometido recortar $6 mil millones del gasto público dentro de los 100 días de asumir el cargo, pero no ha ofrecido una «hoja de ruta clara» para los recortes, según Acuña Castillo. Y si avanza una propuesta para subordinar el Ministerio de Ciencia al Ministerio de Educación, la ciencia podría terminar «en las sombras», advierte Carolina Gainza, quien se desempeñó como subsecretaria de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación en el gobierno actual. Grupos de investigación chilenos han advertido, por ejemplo, que la inversión gubernamental en ciencia y tecnología podría perder prioridad y caer por debajo del ya bajo 0,41% del producto interno bruto de Chile. «Debilitar el ministerio tendría un grave impacto en el desarrollo y la innovación», dice Acuña Castillo.

A Gainza también le preocupa que la administración de Kast ponga demasiado énfasis en la investigación aplicada, promoviendo lo que ella llama «una sociedad de dos velocidades: mientras unos disfrutan de los beneficios del progreso, otros sufren… Si la ciencia solo se centra en la productividad [económica], áreas como el medio ambiente, la pobreza, la educación y la salud quedan relegadas a un segundo plano, impactando directamente a quienes ya son más vulnerables».

En Chile, otros se preocupan por el futuro de la libertad académica y la protección del medio ambiente. Durante la campaña, Kast atacó las regulaciones ambientales y prometió impulsar el desarrollo mediante la desregulación. Además, criticó lo que llamó la «ideologización» de las universidades. «Ha presentado ideas muy perjudiciales para la sociedad, pero también para las instituciones que realizan investigación», afirma Cristina Dorador, ecóloga microbiana de la Universidad de Antofagasta.

Durante la campaña, Kast adoptó una postura popular entre algunos científicos: se opuso a un gigantesco proyecto energético en el desierto de Atacama que, según advirtieron los astrónomos, empañaría los cielos oscuros sobre algunos de los telescopios más grandes del mundo . «Estos cielos», dijo Kast, «son únicos en el mundo».

No está claro hasta qué punto ni con qué rapidez podrá Kast impulsar su agenda, dado que su Partido Republicano no cuenta con mayoría en el Congreso chileno. Está previsto que asuma el cargo el 11 de marzo de 2026.

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