La Corrupción (blanda, dura, liquida) en todas las formas imaginables está enquistada en Chile y es una realidad que se ve con cierta indulgencia, pero el país ha estado sacudido por casos como el descubierto en el Poder Judicial, la política, el empresariado, el mundo diplomático, las FFAA, las policías, Gendarmería, la Iglesia, los médicos, los parlamentarios, la prensa, el falso mundo de las celebridades criollas, es decir suma y sigue.
El país esta carcomido por la corrupción y ninguna autoridad es capaz de afrontar el problema como un problema de Estado ya que es la corrupción la llave maestra para que se instale el crimen organizado y controle todo.
En este contexto cobra relevancia el análisis que hizo en INFOGATE.CL el académico Fernando Wilson al señalar «Desde el plebiscito de 1988 la sociedad chilena se acostumbro a operar en un eje maniqueo, donde los “malos” son siempre los de la vereda del frente, quienes encarnan todas las sinvergüenzuras posibles. Obviamente, el lado propio es de pureza virginal y los “casos aislados” de corrupción no reflejan los valores naturales del sector».
La corrupción se ve favorecida en países como Chile, debida a su mala educación (formativa), a una sociedad de consumo sin base formativa, donde el tener es el objetivo principal y en este juego espúreo del tener y parecer la corrupción crece y se apodera las personas débiles de carácter y menesterosas de bienes que creen que le darán estatus, posición y poder.
Dato duros y falsa honorabilidad
El centro de estudios de la derecha Libertad y Desarrollo, el pasado 16 de oc tubre publico la encuesta sobre corrupción y es lapidaria.
Por cierto no fue muy comentada por políticos, porque les toca su falsa honorabilidad, un ser honorable jamás aceptaría la corrupción.
La vigésima edición de la Encuesta de Corrupción de Libertad y Desarrollo muestra que la corrupción se ha instalado como un fenómeno persistente y estructural en la percepción ciudadana.
Los resultados de 2025 evidencian un estancamiento preocupante: la nota promedio de percepción de corrupción alcanza 6,9 puntos, en una escala de 0 a 10, donde 0 representa ausencia de corrupción y 10 el nivel máximo1, señala el informe.
Pese a las sucesivas reformas en materia de probidad y transparencia impulsadas en la última década, la ciudadanía no percibe mejoras sustantivas.
Por el contrario, los casos de alta connotación pública -como el denominado caso “Audios”, que involucró tráfico de influencias en el Poder Judicial- y el sostenido deterioro de la imagen de los gobiernos locales y regionales a partir del caso “Convenios”, han reforzado la idea de que la corrupción es transversal y no tiene mayores sanciones.
La Encuesta de Corrupción 2025 de Libertad y Desarrollo registra una percepción de 6,9, (donde 0 es total ausencia de corrupción y 10 máximo nivel de ella), manteniéndose este indicador en niveles históricamente altos.
• Las municipalidades (8,1), la Cámara de Diputados (7,8) y el Poder Judicial (7,6) encabezan el ranking de instituciones percibidas como más corruptas.
• Un 59,5% cree que en relación a un año atrás el nivel de percepción de corrupción es mayor o mucho mayor y sólo un 7,5% que es menor o mucho menor.
• Aunque en comparación a las mediciones anteriores hay una mirada menos pesimista respecto de la corrupción futura, aún hay un 57% que cree que la corrupción será igual o mayor en el próximo año.
• Al medir el nivel de corrupción en Chile durante la administración del Presidente Gabriel Boric, un 72,3% cree que esta ha aumentado, un 18,2% que se ha mantenido igual y un 9,5% que ha disminuido, siendo también este Gobierno el peor evaluado en este ítem de los últimos 25 años.
Así las cosas, Chile entra a este 2026 con un nuevo Gobierno que poco y nada ha dicho sobre la corrupción, siendo que ésta tambien pone en peligro la seguridad en todos sus ámbitos.











