Conozca el perfil del nuevo consumidor de diciembre

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Por: Luis Alcayaga, gerente comercial regional de Flow.

Diciembre siempre ha sido un mes clave para el comercio, pero hoy ya no se trata únicamente de volumen de ventas: se trata de entender a un consumidor que cambió. Las rutinas de compra se han acelerado, la comparación entre ofertas se ha vuelto instantánea y la experiencia de pago es ahora el punto crítico que define si una compra se concreta o se pierde.

En esta temporada, donde la presión por llegar a tiempo convive con un mercado altamente competitivo, las empresas no pueden improvisar: deben comprender cómo compra hoy el cliente para responder a sus expectativas con precisión.

En primer lugar, estamos frente a un consumidor enfrentado a alta demanda emocional y logística. Diciembre concentra regalos, celebraciones, viajes y organización familiar, lo que multiplica las compras en corto tiempo. Este escenario no solo aumenta las transacciones, sino también la sensibilidad del cliente ante cualquier fricción. Una fila larga, un pago que no pasa o una página que tarda segundos de más en cargar se traducen en abandono.

A esto se suma un fenómeno ya instalado: las compras nocturnas. Cada vez más personas realizan sus compras de noche, cuando terminan su jornada laboral y buscan resolver todo desde el celular o el computador. Este horario exige que las plataformas de pago garanticen estabilidad y velocidad incluso fuera de los momentos tradicionales de operación.

Otro rasgo clave es la toma de decisiones rápidas. El consumidor compara precios, revisa reseñas, busca disponibilidad y compra en minutos. Si el proceso exige crear una cuenta, ingresar demasiados datos, o no ofrece métodos de pago variados, se pierde la venta. Esa rapidez obliga a los comercios a simplificar procesos y a incorporar soluciones de pago más intuitivas, desde billeteras digitales hasta opciones de pago en cuotas con débito y crédito.

Además, diciembre confirma la consolidación de un cliente que se mueve fluidamente entre canales híbridos. Busca en línea, pregunta por redes sociales, revisa stock, retira en tienda o pide despacho. Esta experiencia integrada exige coherencia entre el mundo físico y digital: no basta con tener presencia en ambos. El dato del pago, la confirmación de compra y la disponibilidad deben ser consistentes en todos los puntos de contacto.

Por último, la temporada reafirma la necesidad de pagos simples, seguros y sin fricción. El consumidor valora cada segundo y espera que la tecnología trabaje a su favor. La capacidad de una plataforma para autorizar transacciones de forma rápida, ofrecer métodos de pago diversos, facilitar cuotas y reducir rechazos se convierte en una ventaja competitiva real para los comercios. En diciembre, la experiencia de pago es parte de la experiencia de compra.

El aprendizaje para los comercios es claro: la clave ya no está solo en tener buenos productos, sino en ofrecer una experiencia coherente, ágil y preparada para un cliente más móvil y más exigente. Las empresas que entiendan estos patrones aprovecharán mejor la temporada navideña y comenzarán el próximo año con una relación fortalecida con sus clientes.

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