Luego de 19 años en los que un Mandatario chileno no asistía a un cambio de mando presidencial en Bolivia, Gabriel Boric dirá presente mañana 8 de noviembre a la toma de posesión del presidente electo, el derechista Rodrigo Paz, en la capital del vecino país.
Ricardo Lagos, el 22 de enero de 2006, fue él último Jefe de Estado chileno en llegar hasta La Paz, en aquella ocasión, para acompañar la asunción de Evo Morales al poder.
Decisión de última hora
Ahora, el Presidente Boric asistirá luego de una larga evaluación interna que se definió a última hora, hace poco menos de una semana, aplicando el mismo criterio de privilegiar la política de Estado por sobre las diferencias ideológicas, como sucedió en el caso de su par argentino Javier Milei, considerando como estratégicas las relaciones con los países limítrofes.
Aún más, considerando lo poco que queda de su mandato, la decisión del Mandatario chileno apunta a abrir camino para quien lo suceda en La Moneda para abordar algunos de los más espinosos temas bilaterales en torno a la migración ilegal, el crimen organizado y, como ha sido la pauta a lo largo de los últimos 50 años, la mejora en las relaciones diplomáticas, en las que la representación está reducida al nivel de Cónsul General.
Viaje vía Iquique
En este contexto, tras terminar su participación en la Cumbre de Líderes COP30 en Belem do Pará, Brasil, la comitiva se dirigirá la tarde de este viernes a Iquique, donde el Mandatario cambiará de avión para, acompañado por la subsecretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Claudia Sanhueza, trasladarse hasta La Paz.
Además de Boric, desde Bolivia se ha confirmado la asistencia de los mandatarios de Argentina, Javier Milei; de Ecuador, Daniel Noboa; y de Uruguay, Yamandú Orsi; así como el subsecretario de Estado de Estados Unidos, Christopher Landau; la vicepresidenta ejecutiva para una Transición Limpia, Justa y Competitiva de la Comisión Europea, la española Teresa Ribera; y de la presidenta del Congreso de España, Francina Armengol. También asistirá, en su calidad de secretario general Iberoamericano, Andrés Allamand.
