El presidente de Colombia, Gustavo Petro, amenazó que, en caso de que Estados Unidos impida la compra de los aviones Gripen, se verá obligado a comprarle aviones de combate a Rusia, declaración que surge en medio de la dura disputa que envuelve a los mandatarios de ambos países.
Según relata el medio online especializado en Defensa Pucara.org, esto ocurre mientras Petro viene presionando a la Fuerza Aeroespacial Colombiana y a miembros de su gobierno para que apuren la firma del contrato por entre 16 y 24 aviones Gripen que alcanzaría casi los US$4.200 millones y que, aunque debería haberse firmado a mitad de año, se ha ido postergando sucesivamente para octubre y ahora al actual noviembre.
Sin embargo, Colombia necesita de la aprobación de Estados Unidos para la venta de los motores, escenario complejo luego que Washington anunciara la suspensión de todas las ventas de armamento al país sudamericano por considerar que no está actuando debidamente en la lucha contra el narcotráfico, además acusar a Petro que desempeña un papel en el comercio mundial de drogas ilícitas.
Con esta venta interrumpida, la adquisición de los Gripen se vendría abajo, dado que cambiar el motor de las aeronaves no solo tendría un costo muy grande, sino que también llevaría varios años para tener lista la nueva variante.
Amenaza difícil de concretar
Pero la amenaza de Petro de comprar aviones rusos tiene muy poco asidero dado que la Fuerza Aeroespacial Colombiana no ha tenido en cuenta para sus análisis aeronaves de este tipo y el proceso de compra demoraría mucho más de lo que le queda de mandato, que termina el 7 de agosto de 2026. Además, Rusia se encuentra en enormes aprietos para ampliar sus ventas, debido a las exigencias de su guerra con Ucrania, lo que apenas le ha permitido cumplir contratos con Argelia, Irán e India, firmados con anterioridad.
Antes de decidir la compra de los Gripen, se evaluó en paralelo opciones con Lockheed Martin por el F-16 (alrededor de US$3.000 millones) y Dassault por los Rafale (por US$3.500 millones).
