El Ministerio de Defensa declinó referirse a la eventual venta de blindados VCI Marder a Alemania, que podría estar ligada a la transferencia de los mismos a Ucrania, en medio del apoyo europeo a este país ante la invasión rusa.

Fuentes internas de dicha secretaría de Estado señalaron a Infogate que, por el momento, no tienen previsto referirse a este hecho, dado a conocer por El Mostrador, donde señala que La Moneda finalmente habría accedido «a una petición del Gobierno de Alemania en orden a vender 30 carros blindados Marder a ese país, en una operación que hasta el momento se ha mantenido en un estricto secreto».

Esto sería una consecuencia de la política consistente del Presidente Gabriel Boric, quien desde que asumió el poder en 2022 ha condenado constantemente la guerra de agresión rusa en contra de Ucrania, lo que también le ha expresado directamente al mandatario de este país, Volodymyr Zelensky, en las conversaciones que han sostenido.

Hasta ahora, sin embargo, el gobierno nacional sólo ha mantenido su actuar al nivel de declaraciones y de votaciones en la ONU condenando la acción rusa, con un compromiso gubernamental de apoyar el desminado una vez que finalice el conflicto.

Larga negociación y cambio de enfoque internacional

La decisión, de ratificarse, implicaría un cambio radical en la postura de Estado de nuestro país, que ha evitado involucrarse oficialmente, ya sea directa o indirectamente en un conflicto externo, desde hace décadas.

Y, más aún, la decisión chilena implicaría dar un paso que lo podría poner en colisión con el gobierno ruso.

Lo anterior, en un marco en el que el gobierno alemán lleva tiempo buscando medios para suplir el esfuerzo de guerra ucraniano. Y mientras recupera material dado de baja o mantenido en reserva en sus almacenes, busca aceleradamente stocks en otros países.

En este contexto, los Marder chilenos (adquiridos de segunda mano precisamente a Alemania hace dos décadas) aparecen como un opción atractiva sobre la base de su mantenimiento al día y actualizaciones permanentes.

Este eventual acuerdo se viene estudiando desde hace al menos un par de años, según fuentes ligadas al tema, cuando Berlín comenzó a comprometerse cada vez más profundamente con la causa ucraniana. De hecho, en algún momento se habló también de una posible transferencia de tanques Leopard 1, la mayor parte de ellos ya dados de baja o pasados a la reserva, aunque se mantiene un núcleo en activo en el Ejército nacional, pero solo como complemento de los más modernos Leopard 2. Opción que finalmente, hasta donde se sabe, habría sido descartada.

Moneda de cambio

La otra premisa de fondo en este eventual acuerdo apunta a cuál sería la moneda de cambio por la transferencia., ya que se trata de medios que continúan activos en el inventario del Ejército y su transferencia implicaría despotenciarlo.

La nota de El Mostrador apunta a la posible entrega de sistemas antiaéreos, habida cuenta de la llegada de aviones de combate F-16 a Argentina, y la anunciada adquisición por Bolivia de sistemas de drones militares, aunque en fuentes vinculadas a estos temas aun no hay acuerdo claro.

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