El Gobierno argentino decidió frenar el proyecto estratégico conjunto con China de instalación de un nuevo radar de observación espacial en El Leoncito, San Juan, iniciativa que formaba parte del Radiotelescopio Argentino Chino (CART), un observatorio que había sido acordado durante la gestión previa de Alberto Fernández como parte de una red global de monitoreo del espacio profundo promovida por la potencia asiática.
Científicos trasandinos atribuyen la decisión a la alineación con EE.UU. bajo la influencia de Donald Trump, mientras que China expresó su malestar.
La administración de Javier Milei detuvo en la Aduana los equipos enviados desde China destinados a completar la obra, bajo el argumento oficial fue la existencia de “irregularidades” en los envíos y la falta de un responsable diplomático o institucional por parte del país asiático que se hiciera cargo del material.
Revisión de acuerdo
El CART iba a ser la segunda antena china instalada en territorio argentino, luego de la base que ya opera en Neuquén y que ha generado preocupación en la comunidad internacional —especialmente en Estados Unidos— por su posible utilización con fines militares o de inteligencia.
Desde el inicio de su gestión, el gobierno de Javier Milei puso bajo revisión los convenios firmados con China que otorgaban control casi exclusivo de esas instalaciones al gigante asiático. En 2024, una comitiva de funcionarios nacionales, científicos y académicos visitó la estación neuquina, pero debió pedir autorización especial para inspeccionar las actividades que allí se desarrollan, lo que encendió nuevas alarmas sobre la soberanía del control científico.
El Ministerio de Relaciones Exteriores y la Secretaría de Ciencia y Tecnología fueron los organismos encargados de evaluar el caso. Finalmente, el Ejecutivo resolvió no renovar el convenio entre el Conicet y la Universidad de San Juan, que habilitaba la construcción del radar en El Leoncito. Ese acuerdo venció en junio y no fue prorrogado.
Buscando reforzar la «alianza» con EEUU
La decisión se enmarca en la alineación geopolítica del gobierno de La Libertad Avanza con Estados Unidos y sus aliados occidentales, que vienen advirtiendo sobre el avance de la infraestructura científico-militar china en América Latina.
Con la suspensión del CART, la Casa Rosada busca reforzar su política exterior de alineamiento con Occidente y marcar distancia de los acuerdos tecnológicos firmados con Beijing durante gobiernos anteriores. Según fuentes oficiales, no se descarta que el predio de El Leoncito sea destinado a futuros proyectos científicos bajo control exclusivo argentino.







