• La COP30, celebrada en Brasil, fue el escenario donde ARAUCO expuso la experiencia forestal de Chile y su enfoque renovable, siendo parte del debate en torno a cómo producir, conservar y regenerar al unísono.

Celebrada en Belém do Pará, pleno corazón de la Amazonía, la COP30 de este año contó con la participación de diferentes gobiernos, empresas y organizaciones que definieron nuevos lineamientos para acelerar la acción climática.

En ese contexto, ARAUCO, en representación de Chile, participó de la cita internacional exponiendo su experiencia como la mayor empresa forestal del país y reafirmando su postura con una propuesta centrada en la producción renovable y en el rol que pueden cumplir los bosques en la respuesta global al cambio climático.

Esto es especialmente relevante para países con tradición forestal que buscan demostrar que es posible compatibilizar desarrollo económico, manejo responsable de los recursos naturales y conservación de ecosistemas estratégicos.

La delegación de ARAUCO incluyó a Soledad Vial, subgerente de Sostenibilidad e Impacto, Guillermo Olmedo, gerente de Valor Ambiental y Social, y Carlos Altimira, con parte del equipo Arauco Brasil.

Soluciones basadas en la naturaleza como eje de trabajo

ARAUCO llegó a la COP30 gracias a una trayectoria marcada por metas ambientales verificables. Bajo su lema “Lo bueno de ser renovables”, la empresa pone en evidencia gracias a la innovación que los bosques son una de las soluciones más efectivas para enfrentar los desafíos climáticos.

La compañía fue la primera del mundo en declarar carbono neutralidad sin utilizar compensaciones externas y la primera en América Latina en adoptar el estándar Nature Positive, un marco que evalúa impactos sobre clima, agua y biodiversidad bajo la norma británica BS 8632.

En ese sentido, otro de los focos que ARAUCO destacó en la cumbre es su trabajo en Soluciones Basadas en la Naturaleza, iniciativas orientadas a aumentar la resiliencia de los territorios frente a los efectos del cambio climático.

Entre estas iniciativas se incluyen el manejo de paisajes productivos con zonas de protección, el desarrollo de especies forestales adaptadas al estrés hídrico y térmico, además del uso de plataformas avanzadas de monitoreo ambiental, como Lemu.

La empresa también ha reforzado sus capacidades de prevención y combate de incendios agroforestales, un desafío creciente en el sur de Chile durante los últimos años.

Bosques como motor de captura de carbono

ARAUCO administra más de 1,7 millones de hectáreas, de las cuales cerca del 29% corresponde a áreas de conservación y protección.

La compañía se encuentra próxima a cumplir su meta de que el 30% de su patrimonio sea bosque nativo, en línea con los compromisos internacionales de biodiversidad conocidos como “30×30”.

Los bosques manejados por la empresa capturan más carbono del que liberan sus operaciones industriales, condición que respalda su neutralidad desde 2019.

Además, ARAUCO destaca que sus productos derivados de la madera representan alternativas con menor huella ambiental frente a materiales de alto impacto como el acero, el cemento o el plástico.

La empresa mantiene un balance positivo en estos indicadores y prepara la ampliación de su sistema de medición a nuevas operaciones y países, con el objetivo de consolidar un modelo de gestión sustentable que pueda ser comparado y auditado internacionalmente.

Recientemente, ARAUCO presentó el ambicioso Proyecto Sucuriú, a desarrollarse en el municipio de Inocência, justamente en Brasil, en lo que será una de las mayores inversiones forestales realizadas por la empresa fuera de Chile.

Con una capacidad proyectada de 3,5 millones de toneladas métricas anuales de celulosa blanqueada de fibra corta, la nueva planta estará respaldada por un manejo forestal responsable sobre más de 400.000 hectáreas de eucaliptos cultivados bajo criterios de sostenibilidad.

No obstante, lo que distingue a esta iniciativa es su enfoque integral: tecnología de última generación, generación de energía renovable e impacto positivo en las comunidades locales gracias a un diseño alineado con los más altos estándares internacionales en materia ambiental y social.