El ministro de Hacienda, Nicolás Grau, se refirió al rechazo de la derecha al 90% del presupuesto, apuntando a que “denota una estrategia de bloquearlo todo”.
Dijo en radio ADN que lo ocurrido ayer en la comisión mixta es “grave, pero no definitiva”, ya que resaltó que lo importantes es mantener los programas sociales.
Además, emplazó a la derecha a que expliquen los recortes presupuestario.
“En los últimos días la oposición ha tenido un lenguaje muy confrontacional, bien beligerante, y eso fue lo que primó ayer”.
“Primó esa forma de entender la política de rechazar todo, porque no es que íbamos punto por punto discutiendo y planteando diferencias, sino que la estrategia era rechazar todo”, dijo.
Precisó que “se perdió una oportunidad de hacer un buen trabajo legislativo».
Añadió que «cuando uno rechaza todas las partidas, lo que uno está haciendo es que invisibiliza toda la riqueza de la discusión parlamentaria”.
“Ahora vamos a tener otras instancias para mejorarlo, pero nos va a quedar menos tiempo para hacer un buen trabajo legislativo”, mencionó.
Explicó que “lo que podrían haber hecho es rechazar algún subtítulo en cada una de las partidas, pero no la partida entera, lo que denota una estrategia de bloquearlo todo”.
“Acá están ocurriendo dos cosas: una es electoral«, dijo.
«Porque cuando las derechas en el mundo enfrentan disputas electorales con derechas más intransigentes, extremas hay dos caminos”, apuntó.
“Uno es resaltar con convicción las cosas que ellos han hecho, y decir, somos una derecha distinta; y otro camino es mimetizarse, y eso es claramente lo que ha decidido Chile Vamos en los últimos días”, agregó.
Y señaló que “lo otro que ocurre es que, por ahora, una parte de la oposición no tiene tampoco claro qué es lo que quiere”.
Explicó que en una primera parte del discurso de la derecha es que el presupuesto sobreestima los ingresos, por lo que «hay que hacer un presupuesto más chico”.
Agregó que “en la segunda parte dan una larga lista en todas las cosas que hay que aumentar el gasto. Entonces uno no sabe si quieren aumentar el gasto o quieren reducir el gasto”.
“Esta estrategia electoral de no querer negociar nada y rechazar todo tiene consecuencias. Y la consecuencia es que tenemos menos tiempo para un buen trabajo legislativo”, remató.







