Durante la discusión de la Segunda Subcomisión Mixta de Presupuestos que aborda la Partida 11, correspondiente al Ministerio de Defensa Nacional, los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas abordaron las dificultades financieras que sus instituciones han sufrido este último período debido a los recortes presupuestarios y la recarga de funciones que no ha contado con los fondos extras necesarios, obligando a las instituciones a tomar medidas para paliar estas carencias.

Así también, abordaron lo que esperan en relación al Presupuesto 2026. En la ocasión no se abordó en profundidad lo referido al fondo de capacidades estratégicas, respecto de lo cual se solicitó que la sesión que lo trate sea secreta.

Problemas en las finanzas del Ejército

En dicho contexto, el Comandante en Jefe del Ejército, General Javier Iturriaga, enumeró tres factores que afectaron las finanzas del Ejército este año.

El primero de ellos, la rebaja presupuestaria aprobada en el Congreso. En esa línea, precisó que “en el subtítulo 21 nos afectó en $16 mil millones y fracción”.

Luego señaló como un hecho positivo el aumento a la asignación de los soldados conscriptos pero que, en contrapartida este incremento no contó con una partida en el Presupuesto.

El tercer factor tercera dice relación con las labores extras que la institución debió efectuar en diversas partes del país, siendo al final la combinación de estos elementos lo que generó un déficit.

“Hoy día presentan un déficit fundamentalmente en remuneraciones y en los recursos extras que debiéramos recibir, producto de las tareas derivadas de las dos macrozonas (en la frontera norte y en la zona de conflicto mapuche)”, explicó el al to jefe militar.

Contención y déficit

Para enfrentar la situación, el Ejército aplicó una serie de medidas de contención. Iturriaga reconoció que estas decisiones generaron ruido, “tuvimos que suspender la reinstrucción de la reserva. Hemos debido postergar el pago de la gratificación de los especialistas. Hemos debido suspender la gratificación de campaña, tanto en ejercicios como en las macrozonas”, detalló el jefe castrense.

Asimismo, Iturriaga detalló que también suspendieron “la contratación de nuevos soldados de tropa profesional” entre las medidas más relevantes.

Del mismo modo, el general reveló que “hoy día el déficit en remuneraciones es de $19 mil millones y fracción”. Concluyó que “indudablemente que no estamos en condiciones de terminar el año”.

El Comandante desglosó los montos específicos del déficit. Mencionó un faltante de “$5 mil millones y fracción” en otro ítem. Respecto a los gastos por las macrozonas, indicó que, aunque recibieron aportes, “estamos al debe con $14 mil millones y medio”. Al sumar estas cifras, Iturriaga admitió que “estamos en una situación compleja para terminar el año”.

Presupuesto de continuidad naval

A continuación, el comandante en jefe de la Armada, almirante Fernando Cabrera, subrayó que el presupuesto anual de la institución se destina principalmente a operar y mantener capacidades de disuasión, haciendo hincapié en que «históricamente, diría yo los últimos seis años, las Fuerzas Armadas, y en particular la Marina, ha trabajado un presupuesto de continuidad», sosteniendo que este presupuesto es el mínimo necesario para cumplir las tareas esenciales.

Además, aseguró que la Armada también fue golpeada por los recortes, señalando que, «al igual que el Ejército, fuimos un poco, o diría yo, bastante afectados. Principalmente, en el subtítulo 21 este año 2025”, manifestando que se logró paliar el recorte gracias a un trabajo conjunto con la Dipres y el Ministerio de Defensa que permitió flexibilidad fiscal.

Financiamiento y proyección 

Dicha flexibilidad permitió a la institución evitar despidos, pero ello no pudo evitar el costo operativo, el cual «se tradujo en evitar 300 despidos y transformar esos 300 despidos en recursos. Es decir, la Marina, para no despedir gente, lo que hizo fue reducir su tarea, disminuir mantenimiento, disminuir fiscalización, disminuir operaciones».

El almirante también se refirió a la Ley de Capacidad Estratégica de la Defensa, recordando que las capacidades de la Marina son costosas y que se requieren nuevas tecnologías, contexto en el cual, «para mayor innovación, mayores y mejores servicios, se requiere de proyectar a la defensa en las nuevas tecnologías y las capacidades, en particular de la Marina son caras. Y cuando hablamos de recuperar capacidades aquí, por ejemplo, en el ámbito marítimo, no hay recursos por ahora proyectados que permitan renovar esas capacidades”.

Para enfrentar ello, el jefe naval enumeró iniciativas con el Ministerio de Defensa para que fondos recaudados por la institución se reinviertan en sus capacidades: «La DGTM (Dirección General del Territorio Marítimo y Marina Mercante) tiene muchos servicios, igual que la DGSA (Dirección General de los Servicios de la Armada), que es servir y claramente la capacidad que tiene de recaudar dinero del Estado son suficientes para sostener, mantener y renovar capacidades”, aunque precisó que actualmente solo cuentan con lo primero.

Pérdida de personal y flexibilidad en la FACh

En tanto, el Comandante en Jefe de la FACh, general del Aire Hugo Rodríguez, recalcó que las efectos de las condiciones presupuestarias «son bastante similares a las de la Armada en términos de que el presupuesto que nosotros tenemos para este 2025 fue un presupuesto en que el Decreto 5 nos bajó en el Subtítulo 21 una suma de 5.000 millones de pesos, lo que provocó que realmente tuvimos que vivir una estrechez significativa, particularmente en todo el sector de las personas».

Esto implicó, que «hay mucha gente que a nosotros deja la institución y no tuvimos cómo recuperarla en función de que no teníamos esa capacidad por la cantidad de fondos que se nos habían retirado. La mitigación fue particularmente con muy pocos contratos de manera tal de poder seguir en adelante con lo mínimo. Vamos a llegar a final de año con una capacidad de pago del Subtítulo 21 de forma normalizada, pero a espaldas de que no contratamos quizás la gente que nosotros necesitamos para reponer la cantidad de números y de acuerdo a los procesos que nosotros tenemos en lo que significa la dotación de la Fuerza Aérea».

Junto a lo anterior, el máximo jefe de la aviación militar relató que «el hecho de que nosotros tengamos algunas deudas que están enmarcadas dentro de lo que se nos pide a nosotros como es las zonas de la Macrozona Sur particularmente, nosotros se nos adeudan 51 millones de pesos y 3.100.000 dólares. Esto para nosotros hoy día, si nos las pagan o no las pagan, está como que da lo mismo, porque además tenemos un problema que cuando nosotros tenemos incorporado esta plata a nuestro sistema de fondos rotativos de abastecimiento, no los podemos gastar, porque no tenemos espacio de gasto. Entonces no tenemos libertad ni tenemos flexibilidad en algunas cosas para poder gastar esos fondos».

Concluyó subrayando que «ahí tenemos acumulados como 10 millones de dólares que no los puedo gastar para reponer elementos que tampoco son asignados en el subtítulo 29 a la Fuerza Aérea en compras para la institución. Así es que aquí se pudieran eventualmente abrir algunas puertas para poder tener cierta flexibilidad«.