El inminente despliegue planificado del Gerald R Ford Carrier Strike Group (CSG) 12, anclado en el portaaviones USS Gerald R Ford (CVN 78), en el Caribe y el área de responsabilidad (AOR) del Comando Sur de los Estados Unidos (USSOUTHCOM) aumentará notablemente el poder de fuego de Estados Unidos en la región, señala una nota de JANES.

El 24 de octubre, el Pentágono confirmó que el Secretario de Defensa, Pete Hegseth, había enviado a Ford y sus destructores de misiles guiados (DDG) de escolta a la región para unirse a una creciente armada de otros buques de guerra de la Armada de los Estados Unidos (USN) que realizan operaciones antinarcóticos y otras operaciones de seguridad nacional.

“La mayor presencia de fuerzas estadounidenses en el área de responsabilidad del Comando Sur reforzará la capacidad de Estados Unidos para detectar, monitorear y desmantelar actores y actividades ilícitas que comprometen la seguridad y la prosperidad del territorio estadounidense y nuestra seguridad en el hemisferio occidental. Estas fuerzas fortalecerán y ampliarán las capacidades existentes para desmantelar el narcotráfico y desmantelar las organizaciones criminales transnacionales (OCT)”, declaró el Pentágono en un comunicado del 24 de octubre.

Como parte de las operaciones actuales para reducir el tráfico, la administración Trump y el Pentágono han reconocido una serie de ataques liderados por Estados Unidos contra barcos, destruyendo estas embarcaciones y en algunos casos matando a quienes estaban a bordo, en el Caribe y en el Océano Pacífico Oriental.

Ha sido en el Caribe donde la Marina de Estados Unidos y el Cuerpo de Marines de Estados Unidos (USMC) han estado acumulando la mayor concentración de potencia de fuego.

“Defender nuestra patria es una misión importante para la Armada”, dijo el almirante Daryl Caudle, jefe de operaciones navales (CNO), a Janes el 24 de septiembre, poco después de que la Armada de los Estados Unidos hubiera desplegado un tercer DDG en la región.