
- Por: Dr. Vasif Huseynov es asesor sénior del Centro de Análisis de Relaciones Internacionales (AIR Center) y profesor adjunto de la Universidad Khazar en Bakú, Azerbaiyán.
La XII Cumbre de la Organización de Estados Turcos (OTS), celebrada el 7 de octubre de 2025 en Gabala (Azerbaiyán), marcó una etapa decisiva en la evolución de la integración dentro del mundo turco.
Bajo el lema «Paz y seguridad regionales», la cumbre, presidida por el presidente Ilham Aliyev, reunió a los líderes de Azerbaiyán, Kazajistán, Kirguistán, Turquía, Uzbekistán y los Estados observadores Hungría, Turkmenistán y la República Turca del Norte de Chipre.
El simbolismo histórico de Gabala como encrucijada del Cáucaso y Asia Central reflejó la visión más amplia de la OTS de unidad, conectividad y destino compartido.
La Declaración de Gabala, adoptada al término de la reunión, reafirmó el compromiso de los Estados miembros con la paz, la prosperidad y la integración regional, tal y como se recoge en los documentos fundacionales de la OTS y en la Visión del Mundo Turco para 2040.
Basándose en los logros de años anteriores, el presidente Aliyev subrayó la necesidad de transformar la OTS en un actor internacional más cohesionado e influyente, capaz de dar forma a los acontecimientos mundiales en lugar de limitarse a adaptarse a ellos.
Uno de los aspectos más destacados de la cumbre fue la propuesta del presidente Aliyev de organizar las primeras maniobras militares conjuntas de los Estados turcos en 2026. Hizo hincapié en que esta iniciativa no estaba dirigida contra ningún país, sino que tenía por objeto reforzar la coordinación, la interoperabilidad y la preparación para hacer frente a las amenazas regionales, como el terrorismo, la inseguridad fronteriza y la guerra híbrida. Para Azerbaiyán, que se ha convertido en líder regional en materia de modernización de la defensa y coordinación estratégica, esta propuesta supuso un paso importante hacia el desarrollo de la OTS como un centro significativo de fuerza colectiva.
La importancia de esta transformación no radica en la militarización, sino en la madurez institucional. Durante décadas, el mundo turco se ha visto principalmente a través de lentes culturales y lingüísticas, a menudo eclipsado por las grandes potencias geopolíticas que lo rodean. Sin embargo, el entorno global actual se caracteriza por la fragmentación, la regionalización y el surgimiento de la multipolaridad.
Los países del mundo turco, que se extienden desde el Mediterráneo hasta Asia Central y controlan rutas cruciales de energía, comercio y transporte, se encuentran en una posición única para emerger como un polo de poder diferenciado.
Mediante la creación de mecanismos sólidos de cooperación en materia de defensa, diplomacia coordinada y gobernanza económica compartida, la OTS podría consolidar este vasto espacio geográfico en una comunidad política coherente con relevancia mundial.
No se trata de una búsqueda de dominio, sino de autonomía. Los Estados turcos, situados en el corazón de Eurasia, llevan mucho tiempo sufriendo las consecuencias de las rivalidades externas, ya sea entre Oriente y Occidente o entre el Norte y el Sur.
Su creciente potencial económico, su dinamismo demográfico y su patrimonio cultural común les brindan ahora la oportunidad de convertir la geografía, que antes era una fuente de vulnerabilidad, en una fuente de ventaja colectiva.
Para Azerbaiyán, anfitrión de la Cumbre de Gabala, la profundización de la cooperación dentro de la OTS es una prioridad estratégica que refleja su objetivo más amplio de política exterior de promover la autosuficiencia, la conectividad y la estabilidad regionales.
La cumbre también destacó los notables avances en la cooperación económica y tecnológica. Entre la Cumbre de Bishkek de 2024 y la de Gabala de 2025, la organización amplió sus áreas de cooperación a más de cuarenta campos, entre ellos el comercio, la energía, la transformación digital y el desarrollo sostenible. El comercio intra-turco creció del 3 al 7 % del volumen total de comercio, impulsado por el Comité de Facilitación del Comercio de la OTS y nuevos mecanismos como el Fondo de Inversión Turco, el Consejo Turco de Finanzas Verdes y la Unión Turca de Seguros. Estos marcos están creando gradualmente la columna vertebral financiera e institucional de un espacio económico turco más integrado.
El desarrollo sostenible fue otro tema central en Gabala.
La firma del Acuerdo de Asociación Estratégica en el ámbito del desarrollo y la transmisión de energía verde entre Azerbaiyán, Kazajistán y Uzbekistán sentó las bases para el Corredor de Energía Verde Asia Central-Azerbaiyán, diseñado para exportar electricidad renovable desde Asia Central a Europa.
Se invitó a otros Estados miembros a sumarse a esta iniciativa, que se alinea con la transición global hacia economías verdes. Iniciativas complementarias, como la Asociación OTS para el Clima, la Innovación, la Economía Verde y el Comercio, y la Declaración Conjunta sobre Pueblos Resilientes al Clima previa a la COP29 en Bakú, demuestran la determinación del mundo turco de asumir un papel proactivo a la hora de abordar los retos climáticos.
La conectividad, tanto física como digital, sigue siendo la piedra angular de la agenda de la OTS.
El acuerdo de Washington sobre el corredor de Zangezur entre el territorio continental de Azerbaiyán y la República Autónoma de Najicheván, firmado en agosto de 2025, fue aclamado como un gran avance para la integración regional. Facilitará los flujos comerciales a lo largo del Corredor Internacional Transcaspiano Este-Oeste Medio, que une Asia con Europa a través de los territorios turcos.
La Declaración de Gabala pidió la aceleración del corredor de Zangazur, la modernización del ferrocarril Bakú-Tiflis-Kars y la puesta en funcionamiento del ferrocarril China-Kirguistán-Uzbekistán.
En conjunto, estos proyectos representan no solo corredores económicos, sino también las arterias de una nueva geografía geopolítica en la que el mundo turco sirve de puente de estabilidad en toda Eurasia.
Más allá de la infraestructura y el comercio, la cumbre hizo hincapié en la necesidad de que la OTS proyecte su voz colectiva con más confianza en las plataformas mundiales. El nuevo mecanismo «OTS+» permitirá una colaboración flexible con socios externos y organizaciones internacionales, entre ellas las Naciones Unidas, la Organización de Cooperación Islámica, la Liga de los Estados Árabes y la Unión Africana.
Esta iniciativa refleja una ambición creciente: transformar la OTS de una agrupación regional en un actor mundial creíble capaz de influir en la toma de decisiones multilaterales.
El fortalecimiento de la capacidad institucional de la organización —mediante la adopción del Tratado de Asociación Estratégica, la creación de una base de datos digital unificada y el lanzamiento de su primer satélite, OTS-SAT, en 2026— proporcionará las herramientas prácticas necesarias para esta transformación.
La colaboración cultural y educativa sigue siendo una parte integral de este proceso. Iniciativas como el marco de intercambio Orkhun y la Unión de Universidades Turcas (TURKUNIB) refuerzan los cimientos intelectuales y sociales de la integración.
Estas iniciativas fomentan un sentido de identidad compartida entre las generaciones más jóvenes, garantizando que la cooperación política y económica de hoy se mantenga mañana gracias a una auténtica solidaridad social.
La XII Cumbre de la OTS celebrada en Gabala demostró que el mundo turco ha entrado en una nueva era, definida no por la retórica, sino por los resultados. Bajo la presidencia de Azerbaiyán durante el próximo año, la organización está llamada a ir más allá de sus fundamentos culturales para convertirse en un bloque político, económico y estratégico multidimensional.
A medida que se diversifican los centros de poder mundial, la OTS tiene el potencial de erigirse en modelo de regionalismo autosuficiente, basado en valores compartidos, sostenido por la interdependencia económica y protegido por la fuerza colectiva.
En este orden mundial emergente, transformar la OTS en un centro de poder mundial fuerte y sustancial no es solo una opción para los Estados turcos, sino una necesidad imperiosa para salvaguardar su soberanía, estabilidad y prosperidad en las próximas décadas.
Traducido desde: Commomspace
Las opiniones expresadas en los artículos de opinión y artículos de prensa no reflejan necesariamente la postura de los periodistas de infogate.cl.









