En rigor, el concepto de trascendencia refiere a trascender; a vigencia; a futuro.***
En la dialéctica de la Historia, en la lógica de la continuidad y el cambio, los legados también refieren a la trascendencia, cuando efectivamente, más allá de tratar de imponerlos, esos legados son reales y calan profundamente en el presente referencial de los Pueblos; las naciones; y el mundo.
Es el caso, pleno, del proceso del Movimiento Popular chileno que, de acuerdo a la mirada de Tomás Moulián, se puede señalar como hito inicial (y solo eso), el año 33 del siglo pasado, y que deriva en su expresión máxima, no terminal, en el gobierno de la Unidad Popular.
Lo que ha ocurrido recientemente en China, como un hito de dimensión mundial, cuando el líder de esa potencia ha configurado LA NUEVA GOBERNANZA planetaria, en el contexto de la durísima batalla por abrir paso al multilateralismo; a la paz mundial; al reconocimiento de las asimetrías; refiere a uno de los legados del proyecto popular que encabezó Salvador Allende.
Allende y su sello internacional
La política exterior e internacional de Chile, que tuvo un punto culminante en la Unidad Popular, se expresa con sentido de futuro en todo un proceso de décadas.
Pero tal vez su punto más referencial, de futuro, de épica, es el discurso de Salvador Allende en la Asamblea General de las Naciones Unidas, cuando reivindica el proyecto nacional y soberano de Chile, como un camino democrático y realista al Socialismo.
Y señala que los grandes y poderosos adversarios y enemigos de esos procesos de emancipación en el Tercer Mundo; en las naciones periféricas; en Europa; en Africa y Asia, son las grandes corporaciones transnacionales y la gran banca mundial, FMI mediante.
Tras la caída de los socialismos reales; y la instalación mundial del capitalismo especulativo financiero, ya proyectada por Marx, no pocos pensaron que habíamos llegado al “fin de la historia”.
Y que incluso para el mundo progresista lo único que quedaba era reformas al capitalismo. Ni más, ni menos. Ni pensar en revoluciones.
Se desploma el paradigma
Hoy, en breve tiempo histórico, ese paradigma se desploma de la forma más violenta, con guerras defensivas; con intervenciones; con castigos y sanciones a las potencias y naciones que se abren camino en el marco del multilateralismo y de la nueva gobernanza mundial.
En ese contexto, el aporte del Movimiento Popular chileno, y Allende, es sustantivo.
En el sentido nacional, con una derrota estratégica mediante, ni más, ni menos, el proyecto popular chileno fue destruido por un golpe de estado; con la intervención activa y directa de la potencia hegemónica que sintió que sus intereses se veían perjudicados; y un plan de desestabilización que tuvo efecto.
Este es el punto clave de una autocrítica.
Sin embargo, si se analiza este proyecto desde el punto de vista de un fortalecimiento del estado nacional chileno; de su soberanía nacional; hay un montón de asuntos estratégicos que son legado y sentido de futuro:
La reforma y profundización democrática; la construcción de una economía con alto grado de productividad; la industrialización; la reinversión de capital; la reforma agraria que sigue siendo el soporte estratégico de la actual agricultura chilena (capacidad exportadora mediante); la aplicación e innovación de tecnologías; la construcción de sujetos populares (movimiento juvenil; movimiento femenino; movimiento obrero; movimiento campesino; artístico y cultural identitario); la nacionalización matriz del cobre; proyectos de vivienda, salud y educación pública, nacionales.
Por estas razones, es que el proceso de la Unidad Popular encabezado por Salvador Allende, es referencia (no copia) en los actuales proyectos emancipadores en Africa; en Asia; en Europa; en México; en Brasil; en Uruguay; en Colombia; en Venezuela.
Esencialmente, porque el actual diseño hacia la construcción y fortalecimiento de Estados Nacionales integrados, en la multilateralidad, encuentra referencias fundamentales.
Para Chile, desde la perspectiva humanista, y de futuro, se trata de un proyecto inconcluso.
***Juan Andrés Lagos, es periodista, académico y encargado de comunicaciones del Partido Comunista de Chile.







