A poco menos de 3 meses de las elecciones presidenciales y parlamentarias, desde hace meses las audiencias, los incumbentes y por cierto los candidatos y candidatas se ven enfrentadas a una suerte de intervencionismo electoral encubierto (IEE) y con un estrés permanente pero que no necesariamente es la realidad y contrario a lo que pudiera creerse, este IEE no viene del gobierno.
Ahora bien porque hablamos de intervencionismo electoral que los políticos y la prensa dan cuenta de ello y se lo atribuyen al gobierno de turno, pero resulta que si se analiza en profundidad el intervencionismo es toda acción que busca potenciar a tal o cual candidato; y las encuestas, los medios de comunicación -a través de sus opiniones, editoriales y expertos- van dirigiendo o intentan influenciar al electorado según sus intereses.
Rol de la prensa o intervencionismo
Ignacio García, ex director del Servicio Electoral en el documento “El rol de los medio s de comunicación durante los procesos electoral” sostiene que:
“En el plano general también resulta interesante destacar como los medios han ido adquiriendo con el paso del tiempo un importante papel al derterminar agendas políticas, fijando temas de interés público, que obligan a los partidos y candidatos a seguir esas agendas, muchas veces en contradicción a sus propios intereses».
«De ahí que el rol de los medios han pasado a ser en la práctica, como un poder real dentro de cualquier proceso electoral”, sostiene García
En esta línea, n marzo pasado, Andrés Scherman, Director académico del magíster en Comunicación Política y Asuntos Públicos Universidad Adolfo Ibañez y Ricardo González que dirige el Laboratorio de Encuestas y Análisis Social (LEAS) de la Universidad Adolfo Ibáñez, escribieron una columna en Ciper en la que adviertien:
“Si queremos que las encuestas recuperen su papel como instrumentos útiles para la democracia, es necesario exigir mayores estándares de transparencia y rigor metodológico. Pero, además, es indispensable que los medios de comunicación asuman su responsabilidad de curadores de información”.
Dudas razonables
Los académicos sostiene además que: «La falta de transparencia en la publicación de fichas metodológicas y bases de datos impide evaluar con claridad las intenciones y sesgos que pueden estar presentes en la producción de estas encuestas»
Por otra parte -agregan-, el protagonismo que las encuestas han adquirido en esta fase inicial de la campaña está vinculado a la profusa difusión que logran en los medios de comunicación, muchas veces sin el debido análisis crítico, influyendo en la opinión de las élites políticas de manera desproporcionada.
Dentro de la reflexión de Scherman y González, destacamos algo enunciamos en el inicio de esta nota, que los medio se transforman en vehículos validadores de este suerte de intervencionismo que hacen las encuestas.
«Al replicar estos resultados sin cuestionar su calidad, los medios terminan actuando como vehículos de validación para estudios que no siempre cumplen con estándares metodológicos rigurosos».
Apologistas de la intervención
Ahora bien, en este escenario de intervencionismo encubierto un rol tal nocivo como las encuestas lo tienen los opinólogos, comentaristas, los pseudo expertos electorales, politólogos y columnistas (a veces más bien calumistas) que a través de sus «ilumanadas opiniones» van dirigiendo el voto.
Este batallón de mentes, pumas y lenguas iluminadas, van denostando a los candidatos(as) que no son de su gusto o bien se atrincheran en una libertad independiente que es tan o mas dañina que la posición clara porque pareciera ser que ellos se están postulando porque no hay nada mejor que ellos para los cargos, opiniones nivel «Dios».







