No es fácil. Y si alguien lo cree así, es un profundo error.***
La derecha es una fuerza que crece, más allá de sus distintas expresiones.
Las causas son varias, pero no se puede desconocer que una de ellas, es el descontento real que existe en Chile de millones de personas, cansadas de esperar por años y años vivir en condiciones de pervivencia.
Y eso, objetivamente, tiene que ver con gobiernos de la Concertación; la Nueva Mayoría; y el actual.
También, por cierto, con los dos encabezados por Sebastián Piñera.
Si se quiere considerar en términos de universo electoral, son entre seis a siete millones de personas que, por voto obligatorio, ejercen ese derecho.
Y por tanto son determinantes en cualquier votación que se realice en esas condiciones.
No es un ejercicio menor, analizar porqué se llegó a esto.
Y porqué miran a la derecha.
No tiene casi ningún sentido asumir defensas cerradas de los gobiernos concertacionistas; de la Nueva Mayoría y el actual, cuando el presente escenario muestra la posibilidad real de que la derecha logre ser gobierno, incluso conquistar una representación parlamentaria contundente.
Esto no había ocurrido antes en Chile.
Es posible vencer a la derecha
En este contexto, el resultado de la primaria oficialista es un hecho significativo, que abre la posibilidad de enfrentar a la derecha. Y derrotarla.
Pero no es, cláramente, un resultado y un camino que garantice tal proceso.
Tal como señalamos en otros análisis, el dato más que relevante es la cantidad de personas que votaron en las primarias.
Y no se trata de polemizar que si fueron más, o fueron menos.
Eso es una pérdida de tiempo absurdo.
Voto real
Lo objetivo, y claro, es que en la primaria participaron todos los partidos del Socialismo Democrático; el Frente Amplio y sus diversas orgánicas internas; el Frente Regionalista; el Partido Comunista; Acción Humanista; Izquierda Cristiana; independientes destacados.
Y la cantidad de personas que votaron es la que es.
Ni más, ni menos.
Entonces, el desafío real es lograr que en elecciones con voto obligatorio, una parte relevante de ese universo, seis millones de personas, voten por quienes consideran que sí van a realizar cambios y transformaciones.
Y no es la derecha.
Ni en presidenciales, ni en parlamentarias.
Llegar ahora a esta definición, es clave para derrotar a la derecha.
Tanto en el temas presidencial, como en las listas parlamentarias.
***Juan Andrés Lagos es periodista, académico y encargado de comunicaciones del Partido Comunista de Chile.
