Las élites, y diversos espacios mediáticos hegemónicos, insisten y persisten en forma majadera y hasta odiosa, en tratar de imponer un clima de confrontación, polarización y falsos argumentos en el contexto de las elecciones presidenciales y parlamentarias que vienen.***
Operan con un espejo retrovisor, al punto, que surgen voces que vuelven a reivincar un golpe de estado.
Acción antodemocrática que impulsaron Estados Unidos; las corporaciones transnacionales denunciadas por Salvador Allende en la Asamblea General de las Naciones Unidas; la oligarquía criolla.
Lo que trajo hambruna, por muchos años, para millones de familias; cesantía generalizada; terrorismo; usurpaciones; desapariciones; ejecuciones; torturas; y el ingreso sin dios ni ley del narcotráfico en nuestro país.
Se opera desde el miedo, y para imponer miedo.
El Chile real
La realidad, sin embargo, no tiene nada que ver con esto. Y se requiere realismo.
Nuestro país vive carencias intensas:
-Falta grande de viviendas; campamentos de extrema marginalidad, en muchos casos literalmente tomados por bandas del crimen organizado y el narco.
-Salarios que no alcanzan (considerando incluso los aumentos); un país que en relación a los integrantes de la OCDE, está entre los que tienen menores ingresos per cápita y que es de los más caros para pervivir.
-Una salud crítica, que el Colegio Médico y diversas organizaciones de la Salud Pública han denunciado con alarma. Especialmente respecto de las terribles listas de espera.
-Un sistema financiero que hace negocio de altísima rentabilidad con el endeudamiento de las personas; las familias; las y los emprendedores; las pequeñas, medianas y también empresas grandes.
-Abusos que tienen a la mayoría del país indignada y agobiada.
-El crimen organizado y el narcotráfico, que han llegado a situaciones extremas, y a estas alturas quien relativice esto se debe hacer bien responsable de sus juicios, porque en cierta forma avalan la ausencia de políticas públicas de urgencia, y medidas preventivas en todos los planos.
-Un supuesto crecimiento de la economía, estancado; que no deja valor agregado; que deja residuos en la reinversión de capital; que no alcanza para nada para el financiamiento de políticas públicas de pervivencia.
Lo que viene
Los estudios profundos; las investigaciones que se deben considerar; y los resultados electorales de los dos últimos plebiscitos constitucionales, y las recientes elecciones municipales y de gobiernos regionales, muestran una realidad incontrarestable:
Que en Chile hay cerca de seis a siete millones de personas, que por voto obligatorio, van a las urnas, porque si fuera voluntario esa cantidad bajaría extremadamente.
Y son personas que viven, y perviven, en el espesor de la realidad que en parrafos anteriores enumeramos: Carencias fuertes en viviendas; salud; salarios bajos; desocupación (que afecta mucho más a las mujeres); alza del costo de la vida; endeudamientos personales y familiares; pensiones bajas.
Más aún, también cuando el voto era voluntario (otra torpeza de las élites), millones que votaban también lo hicieron viviendo esa realidad.
Y todo ello, como es totalmente natural y lógico, se expresa en sus subjetividades; emociones; acciones y reacciones. Incluido cómo y porqué votan.
¿Esto implica que, desde la década de los noventa hasta hoy no se ha hecho nada?
Absolutamente no.
El problema que no ven en profundidad las élites políticas, económicas y también sociales, es que estas personas y familias, que son la mayoría del país, no viven con un espejo retrovisor. Al contrario, cuando miran la realidad; cuando se miran; cuando miran a otras y otros, ven abusos, carencias, miedos, temores, necesidad de protección y garantía de derechos sociales.
Lo que han hecho las derechas y los multimillonarios, en Chile y en todo el mundo, es subirse arriba de esta ola.
Es injusto que quienes han y hemos gobernado el país en las últimas décadas, hasta hoy, no asumamos la responsabilidad que corresponde asumir. Porque el crecimiento de las derechas no viene de la nada.
Y lo peor es seguir culpando a la gente de que “no se dan cuenta lo que se ha logrado”, porque eso es como una bofetada para esas personas y familias.
Ciertamente, si llega un gobierno de derecha a Chile, ni siquiera será como los de Piñera.
Vienen por mucho más; como en Argentina Milei; como en Estados Unidos Trump; como en Italia Meloni; como Bukele en El Salvador.
Habrá grandes retrocesos. Sin duda.
Pero la mayoría de la gente que vota por voto obligatorio, lo hará por quienes crea que le pueden mejorar la vida, en todos los aspectos, hacia el futuro, no el pasado.
Y la derecha es astuta. Seguirá marcando esa línea de campaña y de mensaje. Porque, lamentablemente, le ha dado resultado.
En definitiva, se requiere con urgencia propuestas y medidas creíbles y concretas.
Y no pocas ya existen, en instituciones; movimientos y organizaciones sociales; personas y grupos de personas.
La centralidad de la campaña para derrotar a la derecha debe estar centrada en esta línea.
Ciertamente, el rol y el carisma de la candidata, Jeannette Jara, es determinante. Hay un enorme plus. Una gran fortaleza.
Pero se requiere todo lo anterior como un andamiaje sólido e incontrarestable.
Debe ser el sustento y la arquitectura de su camino a las elecciones. Y también en las parlamentarias.
El narco se instaló
Sólo un caso, en concreto: Hace ya varios meses, formulé una propuesta para enfrentar y combatir el narcotráfico y el crimen organizado, junto a un grupo de personas que tienen experiencia directa, y han trabajado en esas áreas.
Lo que ocurre al interior del Ejército; en la Fuerza Aérea; en otras instituciones; cuando la PDI devela y detiene a más de cincuenta personas (mayoría extranjeros residentes legalmente en Chile) que tienen mas de doscientas cuentas bancarias para lavar dinero…estamos ante una situación extremadamente crítica.
Esa propuesta la formularon: Marcela Vera; Académica; Fernando Monsalve; abogado penalista; Johanna Montivero; abogada; Jean Flores, cientista político; Ramona Reyes, ex convencional y ex alcaldesa de Paillaco; Pedro Villarroel, ex funcionario de la Policía de Investigaciones de Chile; Juan Andrés Lagos.
***Juan Andrés Lagos es periodista, académico y encargado de comunicaciones del Partido Comunista







