Con voto voluntario, un dato clave, y tal vez determinante hacia el futuro, es la cantidad de personas que voten en las primarias de partidos que apoyan al actual gobierno.***

Las especulaciones han sido variadas, y la mayoría sin soportes reales.

Más aún, han incrementado la incertidumbre.

Tal vez el antecedente más objetivo, es la alta cantidad de personas que dicen que no tienen decidido ir a votar, y por quién votar.

En todos los estudios relativamente creíbles, este dato se repite de manera inequívoca.

La derecha al acecho

La derecha, en su propio camino hacia las presidenciales y parlamentarias, analiza este cuadro considerando su objetivo central: Conquistar el futuro gobierno, y tener mayoría parlamentaria.

La variante más significativa, entre los sectores de derecha, es que algunos partidos creen que es posible imponer términos de referencia a la ex concertación, especialmente, para sustentar algunos soportes del pacto transicional de inicios de los 90.

Mientras otros estiman que no hay espacio para ese eventual entendimiento, y se debe buscar la vía que imponga la fuerza política por sobre diálogos eventuales.

En lo que sí están de acuerdo estratégico, es que no se puede repetir la lógica política de los dos gobiernos de Piñera.

Y que el fantasma del estallido social los aterra.

Fantasmas del pasado cercano

En este último asunto, sí concuerdan con diversos partidos de la ex concertación que, al calor de las primarias del sector, han vuelto a reponer el temor atávico a lo que descalifican como “el octubrismo”; ·la salida partisana”, cuando de manera despectiva refieren a millones y millones de personas que salieron a las calles a exigir cuestiones de pervivencia:

Salud; educación; seguridad; viviendas; pensiones; salarios.

En la que medida que los debates de las primarias en curso transparentaron ideas y posiciones, en los hechos ninguna candidatura se aferró al actual gobierno de Boric. Parece lógico, porque se trata de elegir a la candidatura para un nuevo gobierno.

El tema de fondo es que si bien han existido reformas y algunas mejoras, el país, mayoritariamente, la pasa mal. Y desde la década de los 90 que viene esperando “tiempos mejores”.

Es lo que explica el inmenso crecimiento de la derecha en Chile.

Sin embargo, tampoco lograron sintonizar plenamente con estos descontentos.

Aunque lo más probable es que, con voto voluntario, una parte de esas personas decida opciones que no encuadran con la primaria.

El actual gobierno es un nuevo intermedio entre las aspiraciones sociales mayoritarias, y los gobiernos anteriores desde el pacto transicional.

Si bien Boric, en sus dos últimas cuentas presidenciales le dio el valor objetivo que tuvo el estallido social, sin embargo reivindicó en forma y contenido los pactos y acuerdos con la derecha. Y, en ese contexto, valoró también los acuerdos con la derecha para generar reformas.

En rigor, es lo mismo que hizo siempre la ex concertación, y Piñera.

Es probable que estas cuestiones también se reflejen en las primarias en curso. Para bien, o para mal.

Y por cierto en el tipo de lista, o listas, que se definan para las elecciones parlamentarias.

***Juan Andrés Lagos es periodista, académico y encargado de comunicaciones del Partido Comunista de Chile