- La Organización destaca sus programas de acompañamiento psicosocial y crianza positiva como claves para evitar la separación familiar.
La Defensoría de la Niñez reveló que entre 2021 y 2024 las denuncias por delitos graves, como torturas y otros malos tratos hacia niños y niñas crecieron en un 40,5%, de 414 a 582 víctimas; además, su Informe Anual 2024 indicó que el 71% de las querellas presentadas correspondió a violencia sexual en contra de niños. Fuera de nuestras fronteras, el más reciente informe de la ONU sobre Niñez y Conflictos Armados registró en 2023 más de 11.000 niños muertos o mutilados y 8.655 reclutados o utilizados, cifras que confirman la magnitud global del problema.
En este contexto y en conmemoración del Día Internacional de los Niños y Niñas Inocentes Víctimas de Agresión, Aldeas Infantiles SOS Chile reafirma su compromiso de frenar cualquier forma de maltrato que requiera la aplicación de una medida de protección para que a niños, niñas y adolescentes (NNA) sean derivados a una residencia. La experiencia demuestra que, cuando una situación de violencia no recibe atención oportuna y no se previene a tiempo, aumenta la probabilidad de que el niño o niña sea derivado a un programa de cuidados alternativos; por ello, la prioridad es actuar antes de que los vínculos familiares se quiebren de manera irreversible.
Además, Aldeas Infantiles SOS Chile despliega una red de Programas Preventivos destinados a robustecer a las familias en su rol de cuidado respetuoso y mantener a los NNA dentro de su núcleo afectivo. Para Osvaldo Salazar, director nacional, estas iniciativas entregan apoyo psicosocial intensivo, orientación económica y formación en crianza positiva: “Brindamos las herramientas y el acompañamiento emocional necesarios para que los niños y adolescentes permanezcan con sus seres queridos. Más del 80% de quienes hoy atendemos llegó tras vivir negligencia o agresiones graves; en ocho de cada diez casos, logramos preservar la convivencia familiar gracias a intervenciones tempranas que combinan atención psicológica, asesoría y disponibilidad de redes comunitarias de cuidado”.
No obstante, garantizar entornos seguros exige un esfuerzo conjunto. “Convocamos a la sociedad civil y al sector privado a aportar recursos y voluntariado para ampliar la cobertura de nuestros talleres parentales y difundir información con enfoque de derechos, evitando la revictimización”, agrega Salazar.
Prevenir el maltrato infantil protege la integridad de cada niño y niña y es la vía más eficaz para evitar rupturas familiares, asegurando que crezcan rodeados de afecto y oportunidades. Transformar esta convicción en políticas públicas y acciones cotidianas es urgente. Aldeas Infantiles SOS Chile continuará trabajando codo a codo con las comunidades hasta que ninguna separación se produzca por causa de la violencia.







