De acuerdo con el Banco Central de Chile (BCCh), los pagos digitales en el país representan el 110% del PIB, con un 68% de estas operaciones realizadas mediante transferencias electrónicas. Sin embargo, esto no siempre significa una eficiencia financiera en las empresas, pues aún siguen existiendo los retrasos en pagos, riesgos de fraude y dificultades para tomar decisiones estratégicas.
Otra problemática es la morosidad que ha aumentado en un 12% el último año, según datos de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras de Chile (ABIF), lo que afecta a los niveles de liquidez y planificación financiera de las compañías, dificultando el acceso a financiamiento. Estos retrasos y el bajo acceso a la información ya digitalizada terminan generando un efecto en cadena de mora, que no solo limita el crecimiento de las medianas y pequeñas empresas de Chile, manteniendo un freno en la economía, afectando a grandes empresas con estabilidad financiera interna, ya que limita el flujo de capital en toda la cadena, la capacidad de inversión y crecimiento del país.
Frente a este escenario, existen empresas que intentan resolver este problema como, Flujolink, que llega al mercado con una propuesta diferente, creando la primera red financiera empresarial diseñada para transformar la gestión de cuentas por cobrar y pagar mediante información financiera en tiempo real.
A diferencia de otras soluciones, esta red empresarial intenta resolver el problema desde la raíz, conectando a las empresas entre ellas y con la información necesaria para fomentar relaciones comerciales más seguras y estables, optimizando como consecuencia el flujo de caja y reduciendo el riesgo financiero para todas las empresas independiente de su tamaño. Su lanzamiento coincide estratégicamente con el inicio del año fiscal, un momento clave en el que las compañías deben organizar, analizar y proyectar su información financiera para cumplir con sus obligaciones tributarias.
«Miles de empresas en Chile cierran cada año no solo por falta de ventas, sino porque no logran gestionar adecuadamente su flujo de caja. Flujolink transforma esta realidad, permitiendo a las empresas automatizar no solo cobranzas, sino también pagos, entregando visibilidad, automatización e integración sencilla con otras empresas, facilitando así que cada decisión financiera se tome con información precisa y actualizada”, afirmó Giovanni Medrano Ríos, CEO de Flujolink.
Más allá de conectar a las empresas y garantizar pagos oportunos, Flujolink les permite operar con mayor previsión y seguridad financiera. Su plataforma automatiza tanto cuentas por cobrar como por pagar, reduciendo la carga operativa, minimizando riesgos y facilitando la gestión del flujo de caja. Con recordatorios inteligentes y portales de autogestión de pago, ayuda a empresas de todos los tamaños a mejorar su estabilidad y su relación con clientes y proveedores.
«Para que el sector empresarial chileno se mantenga competitivo a nivel global, es fundamental contar no solo con soluciones de financiamiento, sino también con procesos de comercialización eficientes y seguros. No basta con digitalizar procesos; es necesario conectarlos entre las empresas para fortalecer el flujo de capital del ecosistema en su conjunto, que como en efecto dominó termina fortaleciendo a cada empresa que es parte de la red. Con soluciones como Flujolink, los miembros pueden acceder a un ecosistema que les entrega herramientas, con las que pueden recuperar hasta el 80% de sus facturas atrasadas en un promedio de 60 días, optimizando no sólo su liquidez, sino también la de sus proveedores, clientes y socios comerciales, brindando estabilidad tanto a negocios emergentes como a medianas y grandes empresas», destaca Medrano.
El avance de la digitalización financiera en Chile no solo beneficia a grandes corporaciones, sino que también abre nuevas oportunidades para pequeñas y medianas empresas, emprendedores y startups, permitiéndoles acceder a herramientas que antes solo estaban disponibles para negocios con mayor infraestructura. De esta manera, Flujolink lidera esta evolución, conectando negocios de todos los tamaños en una red financiera empresarial que optimiza pagos, reduce riesgos y fomenta un ecosistema más eficiente y colaborativo.










