Hace exactamente 43 años, un 2 de abril de 1982, la Junta Militar argentina comunicaba oficialmente el inicio del conflicto bélico con el Reino Unido por las islas Falkland, a través del anuncio de la «Recuperación de las Islas Malvinas (sic)«. El mensaje convocaba a todas las Fuerzas Armadas y de Seguridad a defender el país, en lo que sería el inicio de una desastrosa guerra que se prolongaría por 74 días y que terminaría con una dura derrota y vergonzosa capitulación de las fuerzas trasandinas en Port Stanley a las 23 horas con 59 minutos del 14 de junio.
El anuncio llegó a primera hora de la mañana a través de los medios oficiales vecino país. La dictadura, encabezada por el histriónico Leopoldo Fortunato Galtieri, controlaba la información y presentó la operación como un acto de reivindicación nacional. Desde temprano, las radios y la televisión emitieron marchas militares y comunicados patrióticos. En la Plaza de Mayo, cientos de personas se congregaron, muchas de ellas movilizadas por el propio gobierno militar, mientras que los principales diarios reflejaban en sus portadas la “recuperación” de las islas con un tono triunfalista.

Falkland: la tumba de la dictadura
Tomado por sorpresa, el Reino Unido reaccionó con cautela en las primeras horas, pero para el 3 de abril ya había condenado la invasión y recuperó rápidamente el tiempo, comenzando a movilizar su flota hacia el Atlántico Sur. Mientras tanto, en Argentina, la propaganda del gobierno buscaba instalar un fervor patriótico, con discursos en cadena nacional y promesas de que la soberanía sobre las islas sería definitiva.
Sin embargo, tras poco más de dos meses de guerra por tierra, mar y aire, 649 militares argentinos habían entregado su vida por la locura de una Junta Militar que terminó sepultando su existencia. 1.687 heridos y 11.313 prisioneros de guerra se sumaron al desastre. El esfuerzo de guerra británico, por su parte, dejó 255 muertos y 775 heridos.







