- Según la Organización Internacional del Trabajo, el 56% de la población rural a nivel global carece de acceso a servicios básicos de salud, en contraste con el 22% en áreas urbanas.
En Chile, el acceso a servicios de salud en áreas rurales y remotas sigue siendo un desafío significativo. A nivel global, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha destacado que más de la mitad de la población rural carece de acceso a servicios médicos básicos, reflejando una desigualdad persistente en comparación con las áreas urbanas. Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), las zonas rurales enfrentan una mayor prevalencia de pobreza y limitaciones en infraestructura sanitaria, lo que dificulta la atención médica oportuna y de calidad.
Estas cifras ponen de manifiesto la necesidad de estrategias concretas para garantizar una cobertura equitativa de salud en todo el país y en el mundo. Un ejemplo concreto de los esfuerzos por mitigar estas brechas es el operativo médico realizado por la Fundación Acrux Chile en el archipiélago de Juan Fernández.
Esta iniciativa movilizó a 45 profesionales de la salud y contó con el apoyo de Siemens Healthineers para transportar equipos médicos especializados a través de complejas operaciones logísticas, incluyendo el uso de un helicóptero naval y la colaboración de la Armada de Chile. Gracias a este despliegue, se logró brindar atención a más de 1.800 pacientes en especialidades como otorrinolaringología, cardiología, ginecología, dermatología, traumatología y geriatría, entre otras.
El impacto de la tecnología en la atención de salud remota
Según datos del Banco Mundial, más de la mitad de la población mundial, es decir, aproximadamente 4.500 millones de personas, carece de acceso a servicios de salud esenciales, situación más grave en regiones donde las infraestructuras son limitadas y las distancias a los centros de salud son considerablemente mayores.
Uno de los principales desafíos para brindar atención médica de calidad en zonas aisladas es la falta de infraestructura adecuada para exámenes y diagnósticos. En el operativo de Juan Fernández, la tecnología de ultrasonido fue fundamental para superar esta barrera. Gracias a su portabilidad, los ecógrafos permitieron realizar evaluaciones directamente en terreno, sin necesidad de trasladar a los pacientes. Además, al proporcionar imágenes en tiempo real y sin radiación, los diagnósticos fueron más rápidos y seguros.
La Dra. Paula Cifras, radióloga especialista en imágenes mamarias, destacó que «gracias a los ecógrafos, pudimos detectar patologías de manera temprana y con alta precisión, lo que es clave para iniciar tratamientos oportunos».
Las dificultades logísticas también son un factor determinante en la brecha de acceso a la salud en zonas rurales. La distancia geográfica, la falta de transporte adecuado y las condiciones climáticas pueden retrasar o incluso impedir la llegada de profesionales y equipos médicos a las comunidades más alejadas. Sin embargo, el trabajo coordinado entre organizaciones, instituciones del Estado y el sector privado demuestra que es posible superar estos desafíos.
La directora general de Siemens Healthineers para el Cono Sur, Ekaterina Podnebesnova, subrayó que «iniciativas como ésta demuestran cómo las alianzas estratégicas pueden llevar atención de salud de calidad a zonas descentralizadas, ofreciendo tecnología con aplicaciones para distintas especialidades, y recursos que marcan la diferencia en comunidades aisladas».
El caso de Juan Fernández es una muestra que, la combinación de tecnología avanzada, planificación eficiente y colaboración entre distintos actores es clave para reducir las desigualdades en la atención médica. En un contexto donde millones de personas aún enfrentan dificultades para acceder a servicios de salud básicos, estas experiencias ofrecen un modelo replicable para mejorar la calidad de vida en comunidades rurales y remotas.