***Por: Sonia Reyes, Seremi del Medio Ambiente RM
Desde el año 2008, Chile conmemora cada 1ero de marzo el Día del Reciclador de Base (RdB). Una efeméride que es un llamado de atención a la necesidad de reconocer y dignificar la labor de quienes han convertido la recolección de materiales reciclables en su propio sustento y en un valioso aporte para el medioambiente. Sin embargo, pese a su relevancia, su trabajo ha sido por mucho tiempo infravalorado y precarizado.
Según cifras del Ministerio del Medio Ambiente en Chile cerca del 44% de los residuos que se generan en el país corresponden a residuos domiciliarios, y solo un 12% se valoriza.
En este escenario, la recolección de todos aquellos residuos que pueden ser reutilizados o reciclados es una tarea indispensable para evitar que lleguen a vertederos o rellenos sanitarios, disminuyendo así la contaminación, la pérdida de materiales útiles y la producción de gases con efecto invernadero. Durante décadas esta tarea ha sido realizada por los Recicladores de Base… hombres y mujeres que retiran a domicilio la fracción reutilizable de los residuos, la cual incluye papeles, cartones, todo tipo de plásticos, latas, y también textiles, ropa en desuso, muebles, electrodomésticos, entre los más frecuentes.
Esta actividad, que se inició como un oficio marginal realizado en condiciones precarias y con absoluta desprotección legal y laboral, hoy está incorporada en el marco normativo que regula la recolección, valorización y disposición final de los residuos en nuestro país, lo que favorece a las más de 60.000 personas que se dedican a esta noble labor, de las cuales la gran mayoría corresponde a mujeres.
Como Ministerio del Medio Ambiente llevamos trabajando desde hace años con las y los recicladores, capacitándolos y desarrollando políticas de inclusión que logre su inserción formal en la gestión de residuos y el mejoramiento de sus condiciones labores.
La Política de Inclusión y Registro de Recicladores de Base, el Fondo para el Reciclaje y la Ley de Responsabilidad Extendida al Productor (REP) son muestras claras del compromiso del Estado de reconocer a las y los recicladores como lo que son: el eslabón fundamental de la transición desde una Economía Lineal (comprar-consumir-desechar) a una Economía Circular, que evita al máximo la generación de desechos.
Hoy la Ley REP obliga a los productores de productos prioritarios a ser responsables de la organización y financiamiento de la gestión de los residuos derivados de la comercialización de sus productos en el país (envases y embalajes; neumáticos; aceites lubricantes; aparatos eléctricos y electrónicos; pilas; y baterías), es decir, deben hacerse cargo de la recolección y valorización de sus residuos. Para ello la ley determina la creación de empresas especializadas, denominadas Sistemas de Gestión (SIG) y Grandes Sistemas de Gestión (GRANSIG) que recolectan, reciben, acopian y transportan dichos residuos hacia centros de separación y/o valorización.
En este contexto, la normativa establece que los RdB deben ser integrados como gestores autorizados por parte de los Sistemas de Gestión, respetando las áreas en donde ellos realizan la recolección, estableciendo tarifas justas para su trabajo, y pagando el material al precio de mercado. También indica que las instalaciones de recepción y acopio de residuos – conocidas como puntos limpios – deben ser administradas por los Recicladores de Base. Todo ello busca asegurar su inclusión formal en este nuevo sistema de recolección de los residuos.
Como Secretaría Regional Ministerial del Medio Ambiente de la RM hemos impulsado desde hace varios años la capacitación y certificación de las y los recicladores de base, para lograr su inserción formal en la gestión de residuos, fortaleciendo sus capacidades de organización y mejorando sus condiciones laborales. A más de un año de la implementación de la Ley REP, estamos enfrentando los ajustes iniciales propios de este proceso. Los desafíos que han surgido deben ser abordados con el objetivo de perfeccionar la implementación de la ley y su reglamento, sin perder de vista algo esencial: dignificar y valorar el rol de estos actores claves para construir un futuro sin basura, las y los Recicladores de Base.
Por ello, en una nueva conmemoración de la efeméride, quisimos valorar públicamente a los RdB de la Región Metropolitana, instaurando este 2025 el reconocimiento “Reciclador de Base: Soporte de la Economía Circular”, en tres categorías que reflejan los distintos ámbitos de su impacto en la sociedad: “Motor de un modelo de negocio familiar”; “Aporte a la Ley REP como Recicladora de Base”; y “Destacada Trayectoria y Liderazgo en el sector”.
Porque creemos que los RdB son agentes de cambio, protectores del medio ambiente y constructores de un Chile más sostenible y equitativo, valoramos fuertemente su trabajo porque no sólo limpian nuestros entornos, sino que también abren caminos de esperanza para miles de personas que buscamos construir un futuro mejor para nuestro país.
