Tras el devastador terremoto de magnitud 7,7 que sacudió a Tailandia y la vecina Myanmar este viernes, la junta militar de de este último país, que está envuelto en una cruenta guerra civil, declaró el estado de emergencia generalizada para hacer frente a la emergencia, mientras que en Tailandia, las autoridades decretaron zona de desastre en la capital Bangkok.

Las autoridades de Myanmar confirman que la cifra de muertos ascendió al menos a 144 personas y 732 heridos, mientras que en Bangkok, donde decenas de personas quedaron sepultadas tras el derrumbe de un rascacielos en construcción, reportan que aumento a al menos nueve el número de víctimas mortales y a 117 el de desaparecidos.

Vistos los niveles de destrucción, se estima que las cifras de víctimas en ambos países, en especial Myanmar, se incrementarán fuertemente durante las próximas horas.

Zona sísmica

Myanmar, el país más afectado por el movimiento telúrico, se encuentra cerca de una zona de alta actividad tectónica por la presión entre la placa del subcontinente indio, al sur, y la euroasiática, al norte. Sin embargo, el sismo de hoy es uno de los más fuertes registrados en los últimos años. En agosto de 2016, un terremoto de magnitud 6,8 grados sacudió también el país.

El vertiginoso ritmo de desarrollo de las ciudades birmanas, combinado con unas infraestructuras precarias y una deficiente planificación urbanística, hacen el país vulnerable ante terremotos y otros desastres, como las inundaciones ante las que en septiembre tuvo que pedir ayuda internacional.

(Con información de France24 y Deutsche Welle)