El exmandatario de Filipinas, Rodrigo Duterte, partió este martes a La Haya, horas tras ser arrestado a pedido de la Corte Penal Internacional por la «guerra contra las drogas» que definió su Presidencia.
El alto tribunal lo acusa de crímenes contra la humanidad durante su cruzada frontal contra las drogas.
El expresidente filipino Rodrigo Duterte llevó a cabo una guerra contra las drogas durante su mandato, entre 2016 y 2022, en la que murieron unas 6.000 personas, según las cifras de la Policía.
Sin embargo, organizaciones no gubernamentales locales elevan esta cifra a más de 30.000.
La CPI inició una investigación por las ejecuciones extrajudiciales, a pesar de que Duterte retiró a Filipinas del organismo en 2019 para evitar ser implicado.
Además, en 2021 vinculó a las autoridades y fuerzas de seguridad con los crímenes cometidos.
Duterte fue detenido ayer martes en el Aeropuerto Internacional Ninoy Aquino de Manila, a su llegada de Hong Kong, donde participó en un acto electoral previo a los comicios del próximo 12 de mayo entre rumores sobre su orden de arresto.
La detención tuvo lugar después de que la oficina de Interpol de Manila recibiera este lunes la copia oficial de la orden de arresto de la CPI, confirmó la oficina presidencial en un comunicado.
Duterte y sus acompañantes llegaron al aeropuerto, momento en que la Fiscalía General presentó la notificación de la CPI por crímenes de lesa humanidad.
El expresidente fue escoltado por las fuerzas de seguridad fuera del aeropuerto.
Según el comunicado de la oficina presidencial, el político de 79 años de edad goza de buena salud y fue examinado por un equipo médico tras ser detenido.
La «guerra contra las drogas» fue la política distintiva de la campaña que llevó a Duterte al poder en 2016, con una imagen de inconformista y luchador contra el crimen.