El ministro del Interior, Álvaro Elizalde, condenó este jueves el ataque con disparos a un sargento de Carabineros en Ñuñoa para evitar una encerrona que estaba sufriendo una familia.
El secretario de Estado dijo que “crímenes de esta naturaleza no pueden quedar en la impunidad y se deben aplicar las sanciones que establece nuestra legislación”.
Además, calificó el hecho como “muy grave”, apuntando que la condición del funcionario policial se encuentra en una “condición de salud muy grave”.
“Condenamos estos hechos, hay una persona fallecida, hay una línea de investigación abierta” y las indagatorias del Ministerio Público determinarán quienes participaron.
Elizalde junto al subsecretario Luis Cordero, visitaron al carabinero herido a bala en Ñuñoa la noche del martes, quien permanece en estado grave con pronóstico reservado.