Hace rato que la Camara de Diputados usa la Ley del Embudo y esta vez no ha sido la excepción.
Mientras arrecian las criticas por la pitutocracia que solo beneficia a amigotes, parentela y pago de favores, los mal llamados «honorables» han rechazado una idea que buscaba mitigar parte de la corrupción blanda -como le gusta llamarala a algunos-, la Sala de la Cámara rechazó el proyecto que establecía una inhabilidad para el ingreso a cargos públicos de familiares de autoridades.
AMIGOCRACIA O PARENTELOCRACIA
Así la Sala de la Cámara rechazó el proyecto que establecía una inhabilidad para el ingreso a cargos públicos de familiares de autoridades.
El texto, que modificaba la Ley 18.575, orgánica constitucional de Bases Generales de la Administración del Estado, obtuvo 64 votos a favor, 23 en contra y 36 abstenciones, cuando se requería un mínimo de 77 votos favorables.
La propuesta, que ahora pasó a archivo, disponía la prohibición de ingreso a cargos de la administración del Estado a personas que “tengan la calidad de cónyuge, conviviente civil, hijos o parientes hasta el tercer grado de consanguinidad. Esto, cuando no cuenten con la idoneidad profesional acreditada para el cargo”. Apuntaba respecto del Presidente de la República, senadores/as, diputados/as, alcaldes/as, consejeros/as regionales, gobernadores/as regionales, delegados/as presidenciales regionales y provinciales, ministros y subsecretarios, informo la Cámara.
La excepción estaba dada respecto de aquellos cargos que son proveídos mediante el Sistema de Alta Dirección Pública regulados por la Ley 19.882.