En medio de la creciente crisis bilateral, presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, recibió este jueves al enviado especial de Estados Unidos, Keith Kellogg, después de haber sido duramente criticado por Donald Trump, que lo tachó de «dictador» y estimó que Rusia tiene ahora «todas las cartas» en las negociaciones para poner fin a la guerra.
Las palabras de Trump fueron criticadas por varios países, incluida la Unión Europea y sus principales países integrantes, que hicieron hincapié en el carácter democrático del gobierno de Kiev, a diferencia de Moscú. Esta diatriba del mandatario populista republicano hace temer una ruptura entre Washington y Kiev, que tiene una dependencia relevante de la ayuda estadounidense para resistir a la invasión rusa, iniciada hace tres años.
«A petición de la parte estadounidense, el formato de la reunión prevé la grabación» del inicio de la reunión, pero «no prevé declaraciones o preguntas», indicó a los medios Serguii Nikiforov, portavoz del presidente de Ucrania.
El Kremlin anunció el jueves que había decidido con Washington reanudar el diálogo «en todos los parámetros», declarándose «absolutamente de acuerdo» con la posición estadounidense sobre Ucrania. En este contexto hostil, Zelenskiy, debilitado por este acercamiento entre Trump y su par ruso, Vladimir Putin, dijo no obstante que esperaba un trabajo «constructivo» durante un encuentro con Kellogg. Éste, a su llegada ayer a Kiev, adoptó un tono más conciliador y aseguró que entendía la necesidad de «garantías de seguridad» de Ucrania.
Kellogg se reunió primero con el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Andrí Sibiga quien, en su cuenta de X, señaló que «me he reunido con Kellogg para abordar formas de avanzar hacia una paz completa, justa y duradera».
«Ucrania es una democracia. Rusia no lo es»
En medio de este escenario, el portavoz de la Comisión Europea (CE) Stefan De Keersmaecker, recordó hoy en la rueda de prensa diaria de la institución que «el presidente Zelenskiy fue legítimamente elegido en unas elecciones libres, justas y democráticas. Ucrania es una democracia. La Rusia de (Vladimir) Putin no lo es«.
Hizo hincapié además en que no puede haber «una solución para Ucrania sin la implicación de Ucrania y sin la implicación de la Unión Europea«, asegurando que «la seguridad de Ucrania es la seguridad de la Unión Europea«.