- El crecimiento previsto para la economía global en 2025 se sitúa en el 3,1% y en el 3% para 2026, según el informe Panorama Económico y Sectorial 2025, editado por Fundación Mapfre.
- La cifra chilena supera el promedio pronosticado para Latinoamérica (1,6%). De esta forma, Chile se sitúa en el tercer lugar de la región tras Brasil (3,2%) y Perú (3,1%), Colombia (1,8%) en tanto, está al acecho en quinta ubicación.
Expertos internacionales analizaron la evolución de la economía mundial proyectando un mejor escenario que en años anteriores, indicando que a nivel global en 2025, crecería en torno a un 3,1%. Según el informe ‘Panorama económico y sectorial 2025’, Chile aceleró su ritmo de crecimiento en la última parte de 2024 y para 2025, se proyecta un PIB de 2,2% de aumento en la economía.
El reporte publicado por Mapfre Economics destaca que Chile ha destacado por un crecimiento en sus exportaciones, producción industrial y ventas minoristas. Si bien para 2025 pronostica un 2,2% de crecimiento, para 2026 eleva su optimismo a 2,4% de crecimiento. Asimismo, el estudio considera que la inflación continúa siendo un factor de preocupación, indicando que alzas en electricidad, gas y otros combustibles han subido un 29,7%, lo que ha conllevado una tasa de inflación de 4,9%.
Luego de los grandes desequilibrios en la economía chilena producto de la pandemia, la publicación acota que esos problemas se han resuelto en gran medida, pero marca preocupación en una débil inversión y bajo crecimiento que están limitando la convergencia de ingresos con las economías avanzadas. Mapfre Economics asimismo, valora el término de los procesos constitucionales que colaboran en reducir la persistente incertidumbre.
¿El mundo con el “Efecto Trump”?
La segunda administración de Donald Trump en la Casa Blanca traerá cambios en políticas comerciales, migratorias, fiscales, energéticas y defensa que según el reporte, generarían impactos significativos en las perspectivas no solo de ese país sino que a nivel global. En este contexto, se prevee una desaceleración moderada del PIB global, de 3,1% en 2025 a 3,0% en 2026.
En lo concreto de Estados Unidos, MAPFRE Economics prevé un crecimiento del 2,5% en 2025 y del 2% el año que viene. Se espera que esta economía continúe avanzando con fuerza, gracias a un mercado laboral estable, un consumo robusto y una tendencia de inversión firme. Las políticas económicas que ponga en marcha la Administración Trump son, precisamente, una de las fuentes de incertidumbre señaladas por el Servicio de Estudios en el informe. La inflación, por su parte, se situaría en el 2,9% este año y en el 2,6% en 2026.
América Latina en tanto, aumentará su PIB en un 1,6% este año y un 1,7% el que viene, muy pendiente de su relación con Estados Unidos, que puede incrementar la vulnerabilidad de la región en su conjunto. MAPFRE Economics espera un desempeño positivo, pero mixto, con una inflación media para el conjunto de los países del 8,6% en 2025 y 8%, en 2026.
La eurozona seguirá con un desempeño en general débil, que estará determinado en gran medida “por los obstáculos todavía sin resolver y por el incierto desafío comercial”. Así, MAPFRE Economics prevé un aumento del PIB comunitario del 1,1% este año y del 1,4% el que viene, con una inflación del 2,3% en 2025 y del 1,7% en 2026.
En economías emergentes, el Servicio de Estudios anticipa una mejora para el conjunto de países del 3,3% en 2025 y del 3,2% en 2026, con una inflación del 4,5% y del 3,8%, respectivamente, mientras que Asia Pacífico crecerá un 4,4% este año y un 4,1% el que viene, con una subida de los precios del 0,9% y del 1,4%. China crecerá previsiblemente un 4,3% este año y un 4,0% el que viene, manteniendo cierta resiliencia a pesar de la debilidad de su sector inmobiliario y a la espera de ver el impacto sobre su economía de los aranceles de EE.UU. La inflación seguirá en niveles bajos y cerrará 2025 con una subida de los precios del 0,7% y 2026 con el 1,3%.
Impacto en el sector asegurador
Los efectos en el nivel de actividad de unas condiciones de financiación menos endurecidas, la moderación de la inflación y la recuperación del crédito en gran parte de las principales economías del orbe supondrán un impulso a la economía real en general y, particularmente, para la actividad aseguradora.
A pesar de la incertidumbre geopolítica, se espera que el crecimiento económico y los niveles de los tipos de interés favorezcan globalmente al desarrollo del sector asegurador, tanto del negocio de Vida como de No Vida, con buenas perspectivas también en cuanto a su rentabilidad por la mejora del rendimiento financiero de sus carteras de inversiones. Este crecimiento será algo menor en la eurozona, por la debilidad de algunas de sus grandes economías y un mejor comportamiento de los países periféricos y particularmente de España.
Puedes consultar el informe completo aquí.