¿Ojeda era un agente tan extraordinario que movió fuerzas desde Caracas para desaparecerlo o un siniestro plan de Maduro?
El caso del asesinato del Ronald Ojeda, un oficial de bajo rango del Ejército de Venezuela ha impactado por la forma en que murió y por la trama que envuelve el caso que recuerda casos de espionaje y contraespionaje de la Guerra Fría.
Las dudas que saltan a la vista es que Ojeda es un eslabón muy delgado de una cadena que debe tener a actores de mucho más relevancia que un simple teniente, a menos que su muerte sea parte de una trama mucho más intrincada y sea un distractor de una operación mayor que tiene distraído a autoridades de gobierno la la Justicia y a las policías chilenas y a la de varios países que están buscando y ya han detenido a una veintena de involucrados en este crimen que además tendría un vínculo con la organización Tren de Aragua que a esta altura pareciera ser más poderosa que la mafia calabresa o la mafia china.
Y como si ya ese caso es un poco fantástico (de inverosimil), además estarían involucrados los testaferros del régimen de Nicolás Maduro que -supuestamente- dirigieron y mandaron a matar a este exmilitar a Chile. Una operación digna del Mossad.
Así las cosas, las dudas que surgen son mayores, por ejemplo en relación a la verdadera identidad de Ojeda, su rol y misión con la que llegó a Chile y su grupo.
Ojeda estaba vinculado o bien -se especula- recibía órdenes y dinero de un supuesto capitán Anyelo Heredia, que está -se supone- detenido en Venezuela.
Porque Ojeda solo e indefenso no llegó, más aún debería ser una materia de máxima urgencia de las autoridades de nuestro país de catastrar a todos los ex uniformados que supuestamente «huyeron» de Maduro a Chile porque podría tratarse de una operación mayor que sigue en curso y que la muerte de Ojeda ayuda justamente a desvíar la atención.
El buenismo e ingenuidad de Chile en este caso es inconmensurable, y sigue actuando con criterio samaritano con los venezolanos y no se atreve a hacer lo que debería haber hecho hace mucho tiempo: poner bajo absoluto control los negocios y las operaciones que llevan adelante venezolanos en Chile que usando la figura de «refugiados» han armado tomas de terreno, levantado un enorme imperio de negocios (ópticas, minimarkets, barberías, servicios de Delivery servicios de Transporte con uso de
App y servicios como el conserje que en buenas cuentas era un agente encubierto.
Es decir Chile está a merced de un ejército de infiltrados venezolanos que están controlando varias áreas sensibles y territorios a través de conserjes y nanas. Si fuese así el país esta en grave peligro de ser tomado por estas fuerzas caraqueñas que han burlado a la Inteligencia de las FFAA, de las policías y por ende al Estado en su conjunto. Ni argentina se atrevió a tanto en 1978 cuando quiso invadir Chile.
Este es un caso que debería ser analizado por el MI6, el Mossad o la CIA porque de ser verdad el mundo entero está en peligro ante las hordas de la inteligencia venezolana disfrazada de famélicos inmigrates y el caso de Chile es que como pais soberano queda dsiminuido a una colonia venezolana.