• En el marco de las altas temperaturas que han marcado el mes de enero, Andess reforzó la importancia de estar hidratándose con agua potable.
• En la actualidad, pese al complejo escenario climático, el agua potable llega en oportunidad y cantidad a todos los habitantes de las ciudades de Chile.

En el marco de las altas temperaturas que han marcado el mes de enero, y que se espera continúen durante el verano, la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Sanitarios (Andess) reforzó la importancia de estar hidratándose. 

“El agua potable o agua de la llave que se distribuye en las ciudades chilenas es sana y segura, gracias a una norma exigente de calidad y estrictos controles de las empresas de agua y las autoridades sectoriales y de salud.  En la actualidad, pese al complejo escenario climático, el agua potable llega en oportunidad y cantidad a todos los habitantes de las ciudades de Chile. Muy pocos países en América Latina pueden entregar esa garantía”, señalaron desde la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Sanitarios (Andess).

En las ciudades de Chile se puede tomar agua directamente de la llave. Esto, gracias al cumplimiento de la norma chilena 409, elaborada por el Ministerio de Salud y basada en indicaciones de la OMS, la que es controlada por más de un millón de muestreos de calidad al año y estrictamente fiscalizada por las autoridades sectoriales y de salud.

Lo anterior, siempre haciendo un uso responsable y consciente del recurso hídrico, considerando las condiciones adversas derivadas del cambio climático.

Desde Andess agregaron que la tarea de la industria del agua potable y saneamiento es mantener la calidad y continuidad de los servicios sanitarios: “Nuestro compromiso no termina aquí, seguiremos invirtiendo para hacer frente al cambio climático y como industria pondremos foco en asegurar el suministro de agua potable, alcantarillado y tratamiento de aguas servidas a los habitantes de las ciudades”.

Cabe recordar que el sector ha destinado más de US$ 9.500 millones en infraestructura sanitaria y tecnología desde el año 2000, cuando se instauró el modelo de colaboración público-privada que profundizó el logro alcanzado por el Estado de ofrecer agua de la llave segura y potable para todos los habitantes urbanos y permitió avanzar decididamente en saneamiento.