El Presidente Gabriel Boric inauguró este jueves las obras del nuevo Complejo Penitenciario Talca, que se transformará en la novena unidad concesionada del país, destacando la tecnología que tiene el recinto como sistema antidrones, inhibición de telefonía celular, escáneres corporales, y gran cantidad de tecnovigilancia.
El mandatario estuvo acompañado por el ministro de Justicia, Jaime Gajardo; el subsecretario de Obras Públicas, Danilo Núñez; el director nacional de Gendarmería, Sebastián Urra; el gobernador regional de Maule, Pedro Pablo Álvarez-Salamanca; y el delegado presidencial de la Región del Maule, Humberto Aqueveque.
“Estamos avanzando a paso firme con el Plan Maestro de Infraestructura Penitenciaria, que contempla más de 28.800 nuevas plazas en cárceles a lo largo de todo el país. De ellas, ya hemos habilitado más de 2.300 y tenemos otras 12.000 con proyectos en desarrollo de aquí a los próximos años”, sostuvo el jefe de Estado.
El Complejo Penitenciario Talca se emplaza en el sector Panguilemo, a casi 10 kilómetros al norte del centro de Talca. La ejecución de esta obra se realizó entre 2017 y 2022 y cuenta con una superficie construida de más de 60.000 m2 y 14 módulos de reclusión. Este complejo, una vez finalice su habilitación, tendrá una capacidad máxima de 2.320 plazas.
Al respecto, el mandatario indicó que “la construcción de esta cárcel es un hito, y es un hito que sea acá en la Región del Maule porque las situaciones más críticas de hacinamiento están hoy en la Región del Maule y en la Región de Atacama”.
Desde 2013, cuando se inauguró el Complejo Penitenciario Antofagasta, no se había abierto una nueva unidad concesionada en el país. En la actualidad, el sistema cuenta con 8 unidades concesionadas en las comunas de Iquique, Antofagasta, Coquimbo, Santiago, Rancagua, Concepción, Valdivia y Puerto Montt.
Para el ministro de Justicia, “este es un establecimiento pionero, el más moderno que tenemos en nuestro sistema penitenciario y de los más modernos en América Latina. Tiene sistema antidrones, inhibición de telefonía celular, escáneres corporales, y una gran cantidad de tecnovigilancia”.
Al iniciar la operación total y definitiva, será el recinto penal con mayor tecnología implementada para la gestión de vigilancia y seguridad, con más de 1.500 cámaras de vigilancia de alto estándar, más de 30 detectores de metales, tres escáner corporal, tres equipos de detección de drogas y explosivos, sistema de gestión de telecomunicaciones para bloqueos de celulares, entre otros.
Reinserción social
A diferencia de las concesiones anteriores de cárceles, se excluye de los servicios concesionados la ejecución de acciones y planes de reinserción social, que serán ejecutados por el Estado a través de profesionales especializados de Gendarmería, a partir del modelo de reinserción social instruido por el Ministerio de Justicia.
Sobre esto, Boric señaló que “la gran mayoría de las personas que están en la cárcel han tenido un familiar en la cárcel. Tenemos que ser capaces, como objetivo estratégico de desarrollo en materia de seguridad en Chile, de cortar el círculo del delito en las familias”.
Existirá además cooperación privada a través de servicios de apoyo a la reinserción social, lo que incluye programas de capacitación laboral; con subprograma laboral; subprograma de deporte, recreación, arte y cultura; y subprograma de educación.
Esta modalidad mixta representa un avance significativo en materia de reinserción social, con un modelo que se espera replicar en futuras concesiones.