La vocera (s) Aisén Etcheverry, volvió a tocar la polémica por la compra y desistimiento de la casa de Salvador Allende para transformarla en un museo histórico, afirmando que esa decisión se tomó tomando en cuenta la legalidad vigente y que hacerla un patrimonio de la memoria puede que no le guste a algunas personas.
“Es esencial detenerse en los tiempos, las estructuras de propiedades cambian, las casas se venden, los derechos de propiedad se transfieren, se donan, pasan una serie de cosas y es por eso que si bien se sabía a quién pertenecía la casa (de Allende), el análisis legal final, el que gatilla la decisión sólo se podía hacer en el momento previo al contrato de compraventa”, dijo la ministra a Tele 13 Radio.
Solo casa de Aylwin
Sobre el proceso de revisión, la secretaria de Estado precisó que “se revisó la estructura de propiedad de las dos casas, en el caso de la residencia del expresidente Aylwin se pudo seguir adelante y en la de Allende no y por eso se comunicó en ese instante que no se iba a preservar con la adquisición del inmueble”.
Respecto a una eventual desprolijidad del Gobierno para tomar la decisión de compra, Etcheverry mencionó que “hubo un proceso que es un proceso de distintas etapas donde cada una de ellas fue analizada legalmente en su mérito y se tomó la decisión que era la correcta conforme a la legalidad vigente”.
Museo Allende no gusta a algunos
Asimismo, requerida por la intención de hacer un museo a sabiendas que Allende en algunos sectores provoca malestar, la secretaria de Estado sostuvo que “el resguardo patrimonial y la conservación del patrimonio histórico tangible e intangible es esencial en un país democrático y es esencial a la ahora de fortalecer nuestra democracia. Si no respetamos nuestra historia y la hacemos conocida a las nuevas generaciones nos estamos haciendo un flaco favor respecto del país que construimos”.
“Y ese resguardo patrimonial es particularmente relevante cuando se trata de presidentes democráticamente electos, es por eso que cuando se toma esta decisión se hace respecto de la residencia del Presidente Allende y de la residencia del Presidente Aylwin, ambos presidentes elegidos democráticamente y que tuvieron un rol muy importante en la historia de nuestro país”, afirmó.
En ese sentido, apuntó a que “al menos como lo entendemos desde el gobierno, la historia tiene que mirarse, entenderse y resguardarse como una forma de construir memoria pero también de proyectar democracia hacia el futuro y eso es lo que motivó la decisión”.
“Es una decisión que a algunas personas puede que no les parezca que sea la mejor pero es parte de la discusión democrática que se tiene que dar y que respetamos como gobierno por cierto”, concluyó.